15 Enero 2012
"Terminarían de liquidar la república"
Ricardo Bussi - Legislador FR
Establecer mecanismos de reelección sin límite terminaría de liquidar el malherido sistema republicano que rige en América latina, la Argentina y Tucumán. La separación de los poderes del Estado, y el control que debería darse entre ellos, ha sido reemplazado por Poderes Ejecutivos hegemónicos, Poderes Legislativos puestos a su servicio y Poderes Judiciales doblegados. Así que, los gobernantes borran la línea que divide el Estado y sus fondos públicos de los partidos políticos que encabezan y las multimillonarias campañas proselitistas que montan. En consecuencia, salvo muy escasas excepciones, la experiencia muestra que la reelección indefinida no es más que una eternización en el poder. Y para sostener esa aberración, lo que sigue es fulminar la libertad de expresión, perseguir a los opositores, y generar empleomanía y dependencia ya no del Estado sino del gobernante.
"El bien común sólo es posible en democracia"
José Páez - Legislador DC
Pretender seguir el modelo de Chávez, significa ignorar el principio republicano de "periodicidad de los funcionarios", con el que se enfrentó a las Monarquías Vitalicias. Además, vulneraría el principio democrático en el que resulta necesario que haya alternativas políticas que tengan la posibilidad de modificar la conducción política del país y las provincias. No debe olvidarse que quienes gobiernan a través del fenómeno de la propaganda explícita e implícita de la acción de gobierno, en la mayoría de los casos, triunfa en reelecciones que no son ajenas a la utilización de los fondos del Estado y de los canales de información pública. Con Maritain creo en un Estado gestor del Bien Común, que articule los intereses de los diferentes sectores, que proteja a los mas débiles y que posibilite el mas amplio pluralismo, lo que sólo es posible cuando reinan la democracia y la república.
"Está latente el sueño del gobierno eterno"
José Cano - Senador UCR
El sueño del gobierno eterno está latente en el kirchnerismo y también en el alperovichismo. El vamos por todo está en la esencia de un estilo político que no respeta las instituciones, la historia ni a quienes piensan distinto. Preguntarse por qué tiene que haber límites al poder es casi un contrasentido para quien dice defender un sistema democrático.
Proponer reelección indefinida porque la Presidenta sacó el 54% de los votos desprecia e insulta a la oposición. ¿Y el 46% que no votó por el oficialismo? ¿Con esos ciudadanos no se construye la sociedad?
Los tucumanos sabemos bien porque tiene que haber límites al poder: para evitar que el Gobierno se lleve puesto al patrimonio histórico; para que no haya un sistema electoral tramposo; para que los que gobiernan no se hagan millonarios con el dinero de los contribuyentes; para que la sociedad pueda renovarse.
"La última palabra es del pueblo"
Sisto Terán - Legislador PJ
Desde Montesquieu, cuando se comienza a hablar de la división de poderes, se fijaron pautas "indiscutibles". Por ejemplo, que hay reelección indefinida para cargos legislativos, menos en Tucumán, lo cual hizo surgir la figura del legislador consorte. También, se sostiene que los mandatos judiciales son vitalicios, aunque las corrientes modernas pautan esquemas mixtos: mezclan lo vitalicio con la aptitud. Esa tradición postulaba que no eran buenas las reelecciones ad infinitum en el Ejecutivo... hasta que se bifurcan el parlamentarismo y el presidencialismo. En Europa, si hay humor parlamentario, el primer ministro durará por siempre. Aquí, el presidencialismo, en su origen, tenía reelección sin límite. Cambió tras las cinco presidencias de F. D. Roosevelt en EEUU. Todo cambia. Y nadie es más o menos democrático por avalar, o no, la reelección sin límite. La última palabra es del pueblo.
"Es perjudicial estar mucho en el poder"
Juan Casañas - Diputado Nacional UCR
En las democracias latinoamericanas, que además son democracias jóvenes, el recambio de las autoridades electas por el pueblo es muy necesario. Para el caso, a Chile, que cuenta con un sistema de reelección no consecutiva (debe pasar un mandato completo para que un presidente vuelva a postularse), le va mejor que a nosotros. En el otro extremo, justamente, se encuentra la Venezuela del chavismo y la reelección indefinida. La alternancia no sólo permite que se renueven las figuras sino, además, que todas las autoridades democráticas, y no sólo el presidente, sean respetadas. La contracara son los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, caracterizados en este sentido por tener vicepresidentes ninguneados. El exceso de tiempo en el poder es malo para los gobernados, pero también para los gobernantes. Los problemas de salud que padecen son una prueba patente de ello.
"La democracia sólida deja elegir libremente"
Carolina Vargas Aignasse - Legisladora PJ
En nuestro país, como en otros de América latina, hemos iniciado un rico proceso de fortalecimiento de nuestros sistemas democráticos. En ese marco, comparto la opinión de Ernesto laclau en cuanto a la reelección indefinida. Una democracia sólida debe brindar a los ciudadanos la posibilidad de elegir libremente a lo largo de los distintos periodos y no cercenar desde la propia Constitución el ejercicio de la soberanía popular. Asimismo, considero muy necesario profundizar en la democratización a distintos niveles, proceso que se viene llevando a cabo desde 2003. Hoy existe en una cultura cívica que se había perdido y hemos recuperado el debate en los distintos estamentos de la sociedad. Hay que perderle el miedo a la reelección indefinida, porque cuando una persona ya no represente los intereses de la mayoría de un país, la voluntad popular así lo va a manifestar.
"Si no hay límites, se desequilibra el sistema"
Alfredo Carlos Dato - Diputado Nacional PJ
La propuesta de Laclau es que un gobierno exitoso que toma medidas adecuadas no debe ser cambiado. Eso no es republicano: debe haber periodicidad de mandatos. Porque lo que dice Laclau es que a los gobiernos deben cambiarlos las crisis pero no la gente. Hay que conjurar las posturas absolutas. Los jueces vitalicios. En los Poderes Legislativos no se debe temer a las reelecciones sin límite, porque los parlamentos demandan de memoria institucional: por eso ninguna de las cámaras del Congreso se renueva totalmente. Por lo mismo, la Legislatura también debería tener renovación parcial. En los Poderes Ejecutivos, en cambio, la reelección consecutiva le confiere al que Gobierna una fuerte ventaja. No está mal que la use una vez, para completar políticas de estado a plazo, pero sí que la use siempre. La no reelección genera ejecutivos débiles, pero la indefinida descompensa el sistema.
"La gestión debe tener fecha de vencimiento"
Gerónimo Vargas Aignasse - Legislador PJ
El parlamentarismo que se encuentra establecido en Europa y el presidencialismo que tiene vigencia en América latina son anclajes constitucionales totalmente diferentes. Son sistemas con matrices institucionales completamente distintas. De modo que no son equiparables. Por lo mismo, no creo en las reelecciones indefinidas. No soy partidario de ellas. No me parece que sean saludables para las instituciones de ningún pueblo. La experiencia nos demuestra que ningún esquema presidencialista que haya durado mucho tiempo, en cualquier nivel que se hable, ha tenido buenos resultados.
En los sistemas presidencialistas, los Poderes Ejecutivo tienen una enorme preeminencia en el desarrollo de las actividades del Estado. Por ello, lejos de las reelecciones indefinidas, lo bueno es que toda gestión tenga fecha de vencimiento.
Ricardo Bussi - Legislador FR
Establecer mecanismos de reelección sin límite terminaría de liquidar el malherido sistema republicano que rige en América latina, la Argentina y Tucumán. La separación de los poderes del Estado, y el control que debería darse entre ellos, ha sido reemplazado por Poderes Ejecutivos hegemónicos, Poderes Legislativos puestos a su servicio y Poderes Judiciales doblegados. Así que, los gobernantes borran la línea que divide el Estado y sus fondos públicos de los partidos políticos que encabezan y las multimillonarias campañas proselitistas que montan. En consecuencia, salvo muy escasas excepciones, la experiencia muestra que la reelección indefinida no es más que una eternización en el poder. Y para sostener esa aberración, lo que sigue es fulminar la libertad de expresión, perseguir a los opositores, y generar empleomanía y dependencia ya no del Estado sino del gobernante.
"El bien común sólo es posible en democracia"
José Páez - Legislador DC
Pretender seguir el modelo de Chávez, significa ignorar el principio republicano de "periodicidad de los funcionarios", con el que se enfrentó a las Monarquías Vitalicias. Además, vulneraría el principio democrático en el que resulta necesario que haya alternativas políticas que tengan la posibilidad de modificar la conducción política del país y las provincias. No debe olvidarse que quienes gobiernan a través del fenómeno de la propaganda explícita e implícita de la acción de gobierno, en la mayoría de los casos, triunfa en reelecciones que no son ajenas a la utilización de los fondos del Estado y de los canales de información pública. Con Maritain creo en un Estado gestor del Bien Común, que articule los intereses de los diferentes sectores, que proteja a los mas débiles y que posibilite el mas amplio pluralismo, lo que sólo es posible cuando reinan la democracia y la república.
"Está latente el sueño del gobierno eterno"
José Cano - Senador UCR
El sueño del gobierno eterno está latente en el kirchnerismo y también en el alperovichismo. El vamos por todo está en la esencia de un estilo político que no respeta las instituciones, la historia ni a quienes piensan distinto. Preguntarse por qué tiene que haber límites al poder es casi un contrasentido para quien dice defender un sistema democrático.
Proponer reelección indefinida porque la Presidenta sacó el 54% de los votos desprecia e insulta a la oposición. ¿Y el 46% que no votó por el oficialismo? ¿Con esos ciudadanos no se construye la sociedad?
Los tucumanos sabemos bien porque tiene que haber límites al poder: para evitar que el Gobierno se lleve puesto al patrimonio histórico; para que no haya un sistema electoral tramposo; para que los que gobiernan no se hagan millonarios con el dinero de los contribuyentes; para que la sociedad pueda renovarse.
"La última palabra es del pueblo"
Sisto Terán - Legislador PJ
Desde Montesquieu, cuando se comienza a hablar de la división de poderes, se fijaron pautas "indiscutibles". Por ejemplo, que hay reelección indefinida para cargos legislativos, menos en Tucumán, lo cual hizo surgir la figura del legislador consorte. También, se sostiene que los mandatos judiciales son vitalicios, aunque las corrientes modernas pautan esquemas mixtos: mezclan lo vitalicio con la aptitud. Esa tradición postulaba que no eran buenas las reelecciones ad infinitum en el Ejecutivo... hasta que se bifurcan el parlamentarismo y el presidencialismo. En Europa, si hay humor parlamentario, el primer ministro durará por siempre. Aquí, el presidencialismo, en su origen, tenía reelección sin límite. Cambió tras las cinco presidencias de F. D. Roosevelt en EEUU. Todo cambia. Y nadie es más o menos democrático por avalar, o no, la reelección sin límite. La última palabra es del pueblo.
"Es perjudicial estar mucho en el poder"
Juan Casañas - Diputado Nacional UCR
En las democracias latinoamericanas, que además son democracias jóvenes, el recambio de las autoridades electas por el pueblo es muy necesario. Para el caso, a Chile, que cuenta con un sistema de reelección no consecutiva (debe pasar un mandato completo para que un presidente vuelva a postularse), le va mejor que a nosotros. En el otro extremo, justamente, se encuentra la Venezuela del chavismo y la reelección indefinida. La alternancia no sólo permite que se renueven las figuras sino, además, que todas las autoridades democráticas, y no sólo el presidente, sean respetadas. La contracara son los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, caracterizados en este sentido por tener vicepresidentes ninguneados. El exceso de tiempo en el poder es malo para los gobernados, pero también para los gobernantes. Los problemas de salud que padecen son una prueba patente de ello.
"La democracia sólida deja elegir libremente"
Carolina Vargas Aignasse - Legisladora PJ
En nuestro país, como en otros de América latina, hemos iniciado un rico proceso de fortalecimiento de nuestros sistemas democráticos. En ese marco, comparto la opinión de Ernesto laclau en cuanto a la reelección indefinida. Una democracia sólida debe brindar a los ciudadanos la posibilidad de elegir libremente a lo largo de los distintos periodos y no cercenar desde la propia Constitución el ejercicio de la soberanía popular. Asimismo, considero muy necesario profundizar en la democratización a distintos niveles, proceso que se viene llevando a cabo desde 2003. Hoy existe en una cultura cívica que se había perdido y hemos recuperado el debate en los distintos estamentos de la sociedad. Hay que perderle el miedo a la reelección indefinida, porque cuando una persona ya no represente los intereses de la mayoría de un país, la voluntad popular así lo va a manifestar.
"Si no hay límites, se desequilibra el sistema"
Alfredo Carlos Dato - Diputado Nacional PJ
La propuesta de Laclau es que un gobierno exitoso que toma medidas adecuadas no debe ser cambiado. Eso no es republicano: debe haber periodicidad de mandatos. Porque lo que dice Laclau es que a los gobiernos deben cambiarlos las crisis pero no la gente. Hay que conjurar las posturas absolutas. Los jueces vitalicios. En los Poderes Legislativos no se debe temer a las reelecciones sin límite, porque los parlamentos demandan de memoria institucional: por eso ninguna de las cámaras del Congreso se renueva totalmente. Por lo mismo, la Legislatura también debería tener renovación parcial. En los Poderes Ejecutivos, en cambio, la reelección consecutiva le confiere al que Gobierna una fuerte ventaja. No está mal que la use una vez, para completar políticas de estado a plazo, pero sí que la use siempre. La no reelección genera ejecutivos débiles, pero la indefinida descompensa el sistema.
"La gestión debe tener fecha de vencimiento"
Gerónimo Vargas Aignasse - Legislador PJ
El parlamentarismo que se encuentra establecido en Europa y el presidencialismo que tiene vigencia en América latina son anclajes constitucionales totalmente diferentes. Son sistemas con matrices institucionales completamente distintas. De modo que no son equiparables. Por lo mismo, no creo en las reelecciones indefinidas. No soy partidario de ellas. No me parece que sean saludables para las instituciones de ningún pueblo. La experiencia nos demuestra que ningún esquema presidencialista que haya durado mucho tiempo, en cualquier nivel que se hable, ha tenido buenos resultados.
En los sistemas presidencialistas, los Poderes Ejecutivo tienen una enorme preeminencia en el desarrollo de las actividades del Estado. Por ello, lejos de las reelecciones indefinidas, lo bueno es que toda gestión tenga fecha de vencimiento.
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