Por Teresita Carabajal
27 Diciembre 2011
BALANCE POSITIVO. Pese a que persisten las dificultades en lengua, los alumnos mejoraron en matemática, ciencias sociales y ciencias naturales. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Comprender lo que leen sigue siendo una dificultad para los alumnos tucumanos. Pero no es un problema exclusivo de la provincia. Les pasa a todos los chicos del país. El dato se desprende de la prueba de calidad educativa que se realizó en 2010 entre los estudiantes de los dos últimos años de la secundaria.
Después de 10 meses de trabajo, los datos terminaron de ser procesados y el informe final acaba de ser presentado por el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El balance, no obstante, es satisfactorio, ya que muestra que los estudiantes argentinos mejoraron en cuanto al aprendizaje de matemática, ciencias sociales y ciencias naturales. El alerta se encendió solamente en lengua y, puntualmente, en la comprensión lectora. "Los resultados confirman que vamos por buen camino", expresó Sileoni luego del encuentro con la mandataria.
Hace 10 años que se realizaban pruebas censales, en decir, tomadas a todos los alumnos de determinados cursos. Además, esta fue la primera vez que la evaluación abarcó no sólo matemática y lengua sino también ciencias sociales y ciencias naturales.
En Tucumán las pruebas del Operativo Nacional de Evaluación (ONE) se tomaron a alumnos de 4º y 5º año y no de 5º y 6º como lo hizo la Nación. Esto se decidió así porque se pretende que en 2012, cuando esos mismos estudiantes cursen el último año de la secundaria hayan podido superar las dificultades que tuvieron, explicó la ministra de Educación, Silvia de Temkin.
Mapa de diferencias
El censo de calidad educativa no sólo midió cuánto sabían los alumnos de cada materia, sino que mostró una gran variedad de factores que inciden en el aprendizaje de los chicos.
Se observa, por ejemplo, que los estudiantes de las regiones Centro y Patagonia superan en todas las disciplinas evaluadas los resultados obtenidos por los alumnos de las regiones NEA, NOA y Cuyo.
Asimismo, la situación social y económica de los alumnos también incide en el rendimiento escolar. Esto también se había observado en el censo de hace 10 años. Entre los alumnos cuyas familias tienen el nivel económico más bajo, sólo el 4,4% alcanzó un desempeño alto en matemática y un 8,7% lo consiguió en lengua. En cambio, entre los chicos de familias con mejores ingresos, el 26% logró un alto rendimiento en matemática y el 31,7% en lengua.
Otra variable que se notó marcadamente asociada al rendimiento escolar de los chicos fue el nivel educativo de la madre. En el caso de los alumnos cuyas madres no habían completado los estudios primarios, el 45,8% tuvo bajo desempeño en matemática y solamente el 4,3% alcanzó un desempeño alto.
Otro factor importante que inciden en los logros educativos es la accesibilidad de libros de lectura en el hogar. Durante las pruebas, los estudiantes debieron resolver planteos que eran tanto de respuesta cerrada como de respuesta abierta.
Un antecedente
En 2009 otra prueba, la del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) que evalúa la calidad educativa en distintos países, había revelado problemas de los estudiantes argentinos en lengua. Fue una señal de alerta para los ministerios provinciales.
Las pruebas de este programa miden el rendimiento de los estudiantes de 15 años en matemática, ciencias y lengua.
Los últimos resultados, que datan de 2009, ubican a la Argentina en el puesto 58 entre 65 países. Está precedida por Indonesia y seguida de Kazajistán.
Después de 10 meses de trabajo, los datos terminaron de ser procesados y el informe final acaba de ser presentado por el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El balance, no obstante, es satisfactorio, ya que muestra que los estudiantes argentinos mejoraron en cuanto al aprendizaje de matemática, ciencias sociales y ciencias naturales. El alerta se encendió solamente en lengua y, puntualmente, en la comprensión lectora. "Los resultados confirman que vamos por buen camino", expresó Sileoni luego del encuentro con la mandataria.
Hace 10 años que se realizaban pruebas censales, en decir, tomadas a todos los alumnos de determinados cursos. Además, esta fue la primera vez que la evaluación abarcó no sólo matemática y lengua sino también ciencias sociales y ciencias naturales.
En Tucumán las pruebas del Operativo Nacional de Evaluación (ONE) se tomaron a alumnos de 4º y 5º año y no de 5º y 6º como lo hizo la Nación. Esto se decidió así porque se pretende que en 2012, cuando esos mismos estudiantes cursen el último año de la secundaria hayan podido superar las dificultades que tuvieron, explicó la ministra de Educación, Silvia de Temkin.
Mapa de diferencias
El censo de calidad educativa no sólo midió cuánto sabían los alumnos de cada materia, sino que mostró una gran variedad de factores que inciden en el aprendizaje de los chicos.
Se observa, por ejemplo, que los estudiantes de las regiones Centro y Patagonia superan en todas las disciplinas evaluadas los resultados obtenidos por los alumnos de las regiones NEA, NOA y Cuyo.
Asimismo, la situación social y económica de los alumnos también incide en el rendimiento escolar. Esto también se había observado en el censo de hace 10 años. Entre los alumnos cuyas familias tienen el nivel económico más bajo, sólo el 4,4% alcanzó un desempeño alto en matemática y un 8,7% lo consiguió en lengua. En cambio, entre los chicos de familias con mejores ingresos, el 26% logró un alto rendimiento en matemática y el 31,7% en lengua.
Otra variable que se notó marcadamente asociada al rendimiento escolar de los chicos fue el nivel educativo de la madre. En el caso de los alumnos cuyas madres no habían completado los estudios primarios, el 45,8% tuvo bajo desempeño en matemática y solamente el 4,3% alcanzó un desempeño alto.
Otro factor importante que inciden en los logros educativos es la accesibilidad de libros de lectura en el hogar. Durante las pruebas, los estudiantes debieron resolver planteos que eran tanto de respuesta cerrada como de respuesta abierta.
Un antecedente
En 2009 otra prueba, la del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) que evalúa la calidad educativa en distintos países, había revelado problemas de los estudiantes argentinos en lengua. Fue una señal de alerta para los ministerios provinciales.
Las pruebas de este programa miden el rendimiento de los estudiantes de 15 años en matemática, ciencias y lengua.
Los últimos resultados, que datan de 2009, ubican a la Argentina en el puesto 58 entre 65 países. Está precedida por Indonesia y seguida de Kazajistán.
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