24 Diciembre 2011
HIPOTESIS FIRME. La Justicia investiga si Heyn murió tras un juego erótico. FOTO TOMADA DE NOTICIASLATINO.COM
BUENOS AIRES.- La asfixia autoerótica también llamada asfixiofilia, hipoxifilia, estrangulación autoerótica o estrangulación para excitarse, es una parafilia con auto estrangulamiento o asfixia practicada durante la masturbación. Algunos estiman que mueren entre 250 y 1.000 personas al año por esta causa y en nuestro país se habla sobre este tema después de la muerte en Montevideo del subsecretario de Comercio Exterior, Iván Heyn.
Esta práctica, señaló el diario "la Nación", parece ser antigua. Era practicada por los esquimales y los asiáticos antes de que fuese introducida en Europa a través de los miembros de la Legión Extranjera Francesa de regreso de la guerra de Indochina, donde la técnica la llevaban a cabo las prostitutas para aumentar la sensación eyaculatoria del cliente. La asfixia sexual también aparecía en la película japonesa "El Imperio de los Sentidos, basada en la historia real de una pareja de los años 30.
Se sabe muy poco acerca de las personas que practican la asfixia, porque la mayoría no buscan una terapia y no llaman la atención de la profesión médica, salvo cuando mueren. En una investigación acerca de 117 hombres que murieron por asfixia autoerótica han encontrado una relación entre esta práctica y otras parafilias. Estudiaban las relaciones entre: las edades de los "asfixiadores"; dos parafilias que habitualmente acompañan la asfixia autoerótica, el bondage (placer por trabar los movimientos de alguien) y el travestismo, y varios otros tipos de comportamiento sexual.
Las personas tienen diferentes motivos para dedicarse a esta actividad, pero sólo se pueden intuir, ya que únicamente se tiene conocimiento de los casos después de la muerte de la víctima, según el matutino porteño. De todos modos se sabe que la asfixia en sí misma provoca excitación y finalmente euforia a causa de la adrenalina liberada cuando el cuerpo percibe una condición de amenaza vital. La asfixia también provoca mareos. Los pañuelos o las cuerdas también pueden formar parte de un juego de autobondage que provoca simultáneamente temor a la muerte, control y sumisión.
La persona tiene una sensación de poder o control al llegar hasta el límite y después soltar el dispositivo. El temor es uno de los efectos suscitados más intensos, y en general se incrementa ya sea usando bondage más asfixia o haciendo que otro controle la escena. Esto es similar al bondage, como en el caso de una mujer que llevaba a extraños a su casa con el fin de que la atasen. No tenía interés en someterse a personas conocidas porque eso carecía del elemento de riesgo o temor.
De acuerdo al sitio Scielo.isciii.es, la muerte por hipoxifilia ocurriría por obstrucción de la carótida que causa hipoxia cerebral, que aparecería en el momento del orgasmo, y una vez inconsciente el individuo, queda desvalido y, a no ser que sea ayudado, ocurriría la muerte. Existen controversias sobre la naturaleza de la muerte, habiendo sido considerada en ocasiones suicida e incluso homicida. En la actualidad la naturaleza de la muerte debe considerarse accidental. (Lanacion.com - Scielo.isciii.es)
Esta práctica, señaló el diario "la Nación", parece ser antigua. Era practicada por los esquimales y los asiáticos antes de que fuese introducida en Europa a través de los miembros de la Legión Extranjera Francesa de regreso de la guerra de Indochina, donde la técnica la llevaban a cabo las prostitutas para aumentar la sensación eyaculatoria del cliente. La asfixia sexual también aparecía en la película japonesa "El Imperio de los Sentidos, basada en la historia real de una pareja de los años 30.
Se sabe muy poco acerca de las personas que practican la asfixia, porque la mayoría no buscan una terapia y no llaman la atención de la profesión médica, salvo cuando mueren. En una investigación acerca de 117 hombres que murieron por asfixia autoerótica han encontrado una relación entre esta práctica y otras parafilias. Estudiaban las relaciones entre: las edades de los "asfixiadores"; dos parafilias que habitualmente acompañan la asfixia autoerótica, el bondage (placer por trabar los movimientos de alguien) y el travestismo, y varios otros tipos de comportamiento sexual.
Las personas tienen diferentes motivos para dedicarse a esta actividad, pero sólo se pueden intuir, ya que únicamente se tiene conocimiento de los casos después de la muerte de la víctima, según el matutino porteño. De todos modos se sabe que la asfixia en sí misma provoca excitación y finalmente euforia a causa de la adrenalina liberada cuando el cuerpo percibe una condición de amenaza vital. La asfixia también provoca mareos. Los pañuelos o las cuerdas también pueden formar parte de un juego de autobondage que provoca simultáneamente temor a la muerte, control y sumisión.
La persona tiene una sensación de poder o control al llegar hasta el límite y después soltar el dispositivo. El temor es uno de los efectos suscitados más intensos, y en general se incrementa ya sea usando bondage más asfixia o haciendo que otro controle la escena. Esto es similar al bondage, como en el caso de una mujer que llevaba a extraños a su casa con el fin de que la atasen. No tenía interés en someterse a personas conocidas porque eso carecía del elemento de riesgo o temor.
De acuerdo al sitio Scielo.isciii.es, la muerte por hipoxifilia ocurriría por obstrucción de la carótida que causa hipoxia cerebral, que aparecería en el momento del orgasmo, y una vez inconsciente el individuo, queda desvalido y, a no ser que sea ayudado, ocurriría la muerte. Existen controversias sobre la naturaleza de la muerte, habiendo sido considerada en ocasiones suicida e incluso homicida. En la actualidad la naturaleza de la muerte debe considerarse accidental. (Lanacion.com - Scielo.isciii.es)
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