Lejos del Paraná, en Tucumán también se los produce

Aquellos que algo saben de pesca relacionan inmediatamente al pacú con el río Paraná y, fundamentalmente, con las provincias de Corrientes y de Entre Ríos. Por eso, muchos se sorprenden cuando se enteran de que este pez también existe en Tucumán. En la provincia se lo engorda en piletones ¿La ventaja? Llega al plato fresco, poco después de haber salido del agua.

Pablo Cano es un fanático de la pesca que comenzó a producirlo como hobby en su campo de El Timbó. Pero luego descubrió un buen negocio. "Nosotros compramos los alevinos y los alimentamos hasta que alcanzan el tamaño comercial. Luego los llevamos a restaurantes, como el nuestro (Towers), y a pescaderías", explicó. Los alevinos llegan con un peso que ronda los 25 o los 30 gramos y van a un piletón en el que permanecen hasta que pesan unos 120. En ese momento se los divide por tamaño y se los coloca en otros estanques. Cuando llegan a los 400 gramos se los separa por segunda vez. El peso comercial es 1,2 kilo (sin la cabeza, la cola y las vísceras pesa alrededor de un kilo)

"El proceso para criar el animal es de un año y medio. En realidad, es un año de crianza, pero hay unos seis meses, entre los que están los del invierno, en los que hay que buscar mantenerles el peso", explicó Cano.

El emprendimiento consta de nueve estanques conectados por un sistema de bypass que permite que el agua circule por cada uno de ellos y que termine en una laguna, donde se oxigena. Luego pasa a un pozo en el que se la filtra y regresa a los estanques, donde hay 16.000 animales.

"En Tucumán la gente todavía no tiene una cultura por el pescado. Pero hemos comprobado que el pacú es muy aceptado. Nuestra idea es vender el animal fresco y tratar de incentivar el consumo de pescados", relató el empresario.

Calidad del agua
"Si te vas a Corrientes o a Entre Ríos, dos de las cunas del pacú, no lo vas a conseguir en las pescaderías. La ventaja que tenemos en Tucumán es que al animal que producimos lo llevamos al plato con no más de dos o tres días de frío en heladera. Es fresco; no lleva seis o siete meses congelado", comparó. El empresario destacó la calidad del agua de la provincia: "en El Timbó sólo tenemos que reforzarle un poco la temperatura en invierno".