Por Juan Manuel Asis
01 Diciembre 2011
Es contundente, segura, es más peronista que su marido -el gobernador José Alperovich-, siempre dice lo que piensa y políticamente piensa en grande. A ella le pertenece la famosa, sincera y polémica frase "nosotros vamos por todo" (12 de junio de 2007) o aquella otra del 15 de agosto: "Cristina tiene más coraje que Néstor". Así, hoy, ¿qué le aporta Beatriz Rojkés al Senado? Más que nada y en primer lugar, su designación transmite un mensaje de la presidenta, Cristina Fernández, para propios y extraños, porque: realza el rol de la mujer en la política, reconoce al interior y pone en primer plano un valor trascendente para su próxima gestión presidencial: la lealtad.
Esto último es precisamente lo que distingue a la senadora: "somos soldados de la Nación y defendemos su proyecto", supo afirmar. Se puede decir que hizo de la lealtad hacia el kirchnerismo su militancia. Ahora es la segunda en la línea sucesora de la jefa de Estado. En este aspecto vale mencionar que la realidad marca que Amado Boudou -cuya fidelidad se puso en duda en el Gobierno nacional- quedó encorsetado entre dos mujeres. Sobre el tema es interesante recordar una declaración de la tucumana, del 7 de febrero: "creo que no debería haber un vicepresidente, es una figura bastante híbrida; basta con el titular del Senado". Oh, desde ayer es la titular provisional de la Cámara Alta. ¿Cristina pensará lo mismo o intenta reducir la capacidad de maniobra de Boudou? La respuesta afirmativa es una lectura posible. Ahora bien, ¿qué implica para la política tucumana el nuevo rol de la presidenta del PJ? De buenas a primeras, Beatriz Rojkés se convirtió en la heredera política de su esposo, en la candidata natural a gobernadora para 2015. El poder del rojkesismo ya es visible en Tucumán; sus integrantes están diseminados en las estructuras de poder. "Soy de las que cree que la reelección indefinida no sirve, que debe haber una renovación", supo decir en junio de 2009. Una definición valiosa, ya que la Constitución le impide a Alperovich postularse.
Esto último es precisamente lo que distingue a la senadora: "somos soldados de la Nación y defendemos su proyecto", supo afirmar. Se puede decir que hizo de la lealtad hacia el kirchnerismo su militancia. Ahora es la segunda en la línea sucesora de la jefa de Estado. En este aspecto vale mencionar que la realidad marca que Amado Boudou -cuya fidelidad se puso en duda en el Gobierno nacional- quedó encorsetado entre dos mujeres. Sobre el tema es interesante recordar una declaración de la tucumana, del 7 de febrero: "creo que no debería haber un vicepresidente, es una figura bastante híbrida; basta con el titular del Senado". Oh, desde ayer es la titular provisional de la Cámara Alta. ¿Cristina pensará lo mismo o intenta reducir la capacidad de maniobra de Boudou? La respuesta afirmativa es una lectura posible. Ahora bien, ¿qué implica para la política tucumana el nuevo rol de la presidenta del PJ? De buenas a primeras, Beatriz Rojkés se convirtió en la heredera política de su esposo, en la candidata natural a gobernadora para 2015. El poder del rojkesismo ya es visible en Tucumán; sus integrantes están diseminados en las estructuras de poder. "Soy de las que cree que la reelección indefinida no sirve, que debe haber una renovación", supo decir en junio de 2009. Una definición valiosa, ya que la Constitución le impide a Alperovich postularse.
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