Un plan represivo, en tres fases

El 9 de febrero de 1975, unos 2.500 efectivos, pertenecientes -en su mayor parte a la Brigada de Infantería V, con asiento en Tucumán- a las Fuerzas Armadas, a la Gendarmería Nacional y a las policías Federal y Provincial, iniciaron operaciones -según el comunicado Nº 1 del Tercer Cuerpo del Ejército- "en la zona montañosa al oeste de Tucumán, donde se había comprobado la presencia de bandas armadas irregulares pertenecientes a grupos subversivos que atentan contra la paz interior y las instituciones del país". Se ponía en marcha así el llamado Operativo Independencia. Gobernaba el país María Estela Martínez de Perón, "Isabel". En su gestión se había desatado una feroz lucha entre grupos peronistas para apropiarse del poder. La iniciación del Operativo, que estuvo a cargo del general de brigada Acdel Vilas, se realizó cuando la actividad guerrillera había alcanzado un alto desarrollo en el país, debido a la amnistía dispuesta el 25 de mayo de 1973. Para combatirla, el Ejército diseñó tres fases: una, del 9 de febrero a junio de 1975; otra, de junio del 75 a marzo del 76 y la última, denominada de consolidación, iniciada con el golpe militar -el 24 de marzo de 1976-, que implicó la continuación de las operaciones tendientes a destruir los restos de "subversión". Según el informe del Ejército, en esta etapa murieron 74 guerrilleros, mientras que durante el transcurso de todo el Operativo las fuerzas de seguridad sufrieron 71 bajas. "Entregué el gobierno a un hombre emprendedor, creativo y voluntad de acero (se refería a Bussi)", dijo Vilas.