El triángulo amoroso y la intriga se mantienen en pie

El triángulo amoroso y la intriga se mantienen en pie

Bella y Edward se casan y viajan a una isla desierta para pasar la luna de miel. Finalmente, consuman el matrimonio y ella queda embarazada. Esto pone en riesgo su vida y se debate entre seguir adelante o no. En tanto, Jacob se enfrenta al clan de lobos, que quiere destruir la felicidad de la pareja con la excusa de proteger a los humanos.

La receta para contentar a las fans es casi perfecta. No le falta nada: ni boda soñada en medio del bosque, ni música, ni destino paradisíaco para la luna de miel ni -lo que muchos esperaban después de tres películas- un encuentro sexual entre la lánguida Bella (Kristen Stewart) y su pálido vampiro Edward (Robert Pattinson).

El intenso encuentro deja como resultado camas destrozadas y plumas volando por toda la habitación: el vampiro cumple en serio y ella queda con un par de magullones. Como luego a él le viene la culpa, Bella debe desplegar unas tímidas técnicas de seducción para convencerlo de que haya una segunda vuelta.

La precisión de Edward es casi increíble porque ella queda embarazada a los pocos días y deben retornar de la salvaje isla de Esme, en la costa brasileña. A medida que el embarazo avanza a una velocidad asombrosa, se instala el tema del aborto de ese ser mitad vampiro, mitad humano. Bella está dispuesta a seguir adelante y cuenta con el apoyo de Rosalie, otra de las vampiras del clan Cullen.

Jake (Taylor Lautner), el lobo eternamente enamorado de Bella, debe contenerse para no asesinar a Edward por lo que hizo y se debate entre enfrentar a su familia canina que quiere acabar con el "engendro" o preservar la vida de Bella y su bebé. Bien, hasta aquí lo que se puede adelantar de la trama.

Esta primera parte del final de la saga Crepúsculo se ha caracterizado por apelar al humor. Los gags llegan para aliviar momentos de tensión, por ejemplo, los discursos en el brindis de la hipertradicional boda. Otras situaciones desatan carcajadas por lo bizarras. Ejemplo: cuando Bella toma con un sorbete un refresco de sangre para alimentar al bebé. La trama resulta más artificial que las anteriores.

La relación, a veces triangular entre los protagonistas masculinos y Bella es festejada por las adolescentes desde la butaca. Palidez y abdominales, todo para ella. El final deja abierta la intriga sobre el futuro de la pareja y el destino amoroso de Jake.

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