20 Noviembre 2011
La adaptabilidad, una cualidad para sobrevivir
En un escenario de crisis, la capacidad de una empresa para amoldarse a las restricciones imperantes puede ser la diferencia entre existir o pasar a la historia. Las empresas de familia demostraron gran habilidad para sobreponerse a los momentos complejos. La capacitación de sus cuadros directivos es fundamental en el proceso de superación, destacan especialistas.
Las empresas familiares son especialmente hábiles en momentos de crisis y no sufren los golpes del mercado financiero porque son adaptables, mantienen estrategias a largo plazo e independencia financiera, aseguró el especialista internacional Benoit Leleux, experto en estrategia, gestión y financiamiento de empresas familiares. "La crisis de deuda en Europa ha afectado a los bancos, pero en la economía real las empresas familiares han andado bien en la mayor parte de los países", señaló Leleux, en el marco del Foro Internacional de Empresas Familiares, que se llevó a cabo recientemente en nuestro país.
Leleux explicó que las empresas familiares, por su adaptabilidad, combinado con la idea de valor fundacional de tener el control, no endeudarse tanto y su visión de largo plazo, pueden sobrevivir con más facilidad que las empresas corporativas. "En las empresas familiares las decisiones son más sencillas y adaptables, y mayormente no tienen como fuente de financiación al sistema financiero. En cambio las empresas corporativas se ven en mayores problemas porque ellas sí prometieron un crecimiento a los analistas de Wall Street y a los inversionistas", sostuvo el experto.
Comparó a las empresas familiares con la Argentina y, en ese sentido, aseguró que en su funcionamiento la economía del país "tiene también una mejor gimnasia para adaptarse al medio ambiente y ha logrado crecer pese a las distintas crisis que ha habido y a la incertidumbre provocada por algunas decisiones de los gobiernos".
"Hay muchos emprendedores argentinos que tienen gran habilidad para sobrevivir y crecer ante la incertidumbre externa además de la interna y eso es bueno, demuestra la capacidad de gestión y de crecimiento económico de las empresas", agregó. Aconsejó que los gobiernos sean predecibles en sus decisiones.
Por su parte, Gabriel Aramouni, director del Centro de Educación Empresaria de la Universidad San Andrés, dijo que desde la institución se está promoviendo cooperar con el desarrollo de nuestro país formando líderes para sacar una Argentina mejor. "Una de las claves es promover desde la Universidad el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas porque estamos convencidos de que es el camino que la Argentina tiene que seguir", dijo. "Creemos que las PyME pueden y deben pensar en grande. Es un tema de convicción porque tienen capacidad y flexibilidad tanto en recursos como disponibilidad de tecnología", afirmó el catedrático. Expresó que hoy en la Argentina hay una gran oportunidad para el desarrollo de las PyME sobre todo en sectores como el turismo, el diseño, la tecnología y la prestación de servicios globalizados. Aramouni consideró que la Argentina no está de otra vez en una situación compleja de crisis y sostuvo que "el Gobierno ha entendido el mensaje".
"Nuestro crecimiento dependerá más de un compromiso interno que de la crisis global en general y en ese sentido veo una correcta política del Estado en promover determinadas actividades", dijo el especialista.
El español Josep Tápies Lloret, titular de la Cátedra Empresa Familiar del IESE Businnes School, manifestó que los argentinos van tomando conciencia de que es muy importante entender las mejores prácticas para la supervivencia de las empresas familiares". Tápies Lloret dijo que las empresas familiares deben capacitarse y que hay que tener estructuras de gobierno para que la familia sea un lugar donde la empresa se vea reforzada y no perjudicada. Señaló que a la gente hay que explicarle lo que es una empresa, las responsabilidades que supone ser propietario, que cosas se pueden hacer y que cosas no desde los distintos roles.
"Para ello, la primera condición es que como empresa deban tener una estrategia sostenible en el tiempo, la segunda condición es que una familia esté suficientemente cohesionada como familia y esto es independiente de que sea propietaria o no. También que la familia se sienta comprometida con el proyecto empresarial", aconsejó Tápies Lloret. Recomendó a las empresas familiares internacionalizarse. "En estos momentos me parece que es una estrategia de altísimo riesgo concentrarse en atender el mercado de un solo país", enfatizó.
Leleux explicó que las empresas familiares, por su adaptabilidad, combinado con la idea de valor fundacional de tener el control, no endeudarse tanto y su visión de largo plazo, pueden sobrevivir con más facilidad que las empresas corporativas. "En las empresas familiares las decisiones son más sencillas y adaptables, y mayormente no tienen como fuente de financiación al sistema financiero. En cambio las empresas corporativas se ven en mayores problemas porque ellas sí prometieron un crecimiento a los analistas de Wall Street y a los inversionistas", sostuvo el experto.
Comparó a las empresas familiares con la Argentina y, en ese sentido, aseguró que en su funcionamiento la economía del país "tiene también una mejor gimnasia para adaptarse al medio ambiente y ha logrado crecer pese a las distintas crisis que ha habido y a la incertidumbre provocada por algunas decisiones de los gobiernos".
"Hay muchos emprendedores argentinos que tienen gran habilidad para sobrevivir y crecer ante la incertidumbre externa además de la interna y eso es bueno, demuestra la capacidad de gestión y de crecimiento económico de las empresas", agregó. Aconsejó que los gobiernos sean predecibles en sus decisiones.
Por su parte, Gabriel Aramouni, director del Centro de Educación Empresaria de la Universidad San Andrés, dijo que desde la institución se está promoviendo cooperar con el desarrollo de nuestro país formando líderes para sacar una Argentina mejor. "Una de las claves es promover desde la Universidad el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas porque estamos convencidos de que es el camino que la Argentina tiene que seguir", dijo. "Creemos que las PyME pueden y deben pensar en grande. Es un tema de convicción porque tienen capacidad y flexibilidad tanto en recursos como disponibilidad de tecnología", afirmó el catedrático. Expresó que hoy en la Argentina hay una gran oportunidad para el desarrollo de las PyME sobre todo en sectores como el turismo, el diseño, la tecnología y la prestación de servicios globalizados. Aramouni consideró que la Argentina no está de otra vez en una situación compleja de crisis y sostuvo que "el Gobierno ha entendido el mensaje".
"Nuestro crecimiento dependerá más de un compromiso interno que de la crisis global en general y en ese sentido veo una correcta política del Estado en promover determinadas actividades", dijo el especialista.
El español Josep Tápies Lloret, titular de la Cátedra Empresa Familiar del IESE Businnes School, manifestó que los argentinos van tomando conciencia de que es muy importante entender las mejores prácticas para la supervivencia de las empresas familiares". Tápies Lloret dijo que las empresas familiares deben capacitarse y que hay que tener estructuras de gobierno para que la familia sea un lugar donde la empresa se vea reforzada y no perjudicada. Señaló que a la gente hay que explicarle lo que es una empresa, las responsabilidades que supone ser propietario, que cosas se pueden hacer y que cosas no desde los distintos roles.
"Para ello, la primera condición es que como empresa deban tener una estrategia sostenible en el tiempo, la segunda condición es que una familia esté suficientemente cohesionada como familia y esto es independiente de que sea propietaria o no. También que la familia se sienta comprometida con el proyecto empresarial", aconsejó Tápies Lloret. Recomendó a las empresas familiares internacionalizarse. "En estos momentos me parece que es una estrategia de altísimo riesgo concentrarse en atender el mercado de un solo país", enfatizó.