16 Noviembre 2011
"La Justicia es la que condena o libera a quienes están en actitud de delito", dijo López Herrera
El ministro de Seguridad afirmó que la Policía detiene a los delincuentes, pero que recuperan la libertad sin ser condenados penalmente. El funcionario mencionó que los tres detenidos por la muerte de Iván poseen antecedentes. Una problemática terminal.
UNA VIEJA VISITA A TRIBUNALES. El ministro Mario López Herrera dijo ayer que mejorar la seguridad también depende de mejorar la situación social. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ministro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera, pone énfasis en dos cuestiones: los delincuentes reincidentes que no son condenados por sus delitos y las fallas sociales que terminan en situaciones de inseguridad. El ministro hizo hincapié en esas temáticas al ser consultado por LA GACETA sobre el caso de Iván Senneke, el joven ultimado en un asalto ocurrido el jueves a la noche en la esquina de Rivadavia y Delfín Gallo. El muchacho de 19 años fue, en realidad, la última víctima fatal en medio de una seguidilla de robos violentos que ocurrieron durante los últimos meses en Tucumán.
"En este caso concreto (el de Iván), nosotros pensamos que son cuatro los involucrados. Tres están detenidos y el cuarto es intensamente buscado por equipos especiales dispuestos para ese fin. Es una persona que ya estuvo detenida en Villa Urquiza y a la que en un determinado momento se le dio un permiso especial sin custodia, y que a la finalización de este permiso no volvió al penal. Está prófugo. Incluso, en los otros casos (los otros tres detenidos), también se trata de delincuentes que habían sido detenidos en varias oportunidades, que tienen causas penales y contravencionales, pero que estaban en libertad", explicó el funcionario, para explicitar que los cuatro involucrados en la muerte del joven son individuos con frondosos prontuarios que estaban en libertad.
En este sentido, volvió a resaltar la importancia del Poder Judicial en la lucha contra la inseguridad. "La actividad de la Justicia es fundamental, porque es ella la que condena o libera a quienes están en actitud de delito", aseveró.
Respecto de la planificación y el trabajo que encaró el ministerio para aportar seguridad, mencionó que se dotó a la Policía de tecnología. "Se digitalizaron más de un millón de prontuarios, se estudió cada ciudad de la provincia y se dividió la actividad policial en cuadrículas, de acuerdo a las necesidades de cada lugar. Además, todas las patrullas poseen un sistema de GPS para hacer un seguimiento del patrullaje. Ahora pondremos también una computadora en cada comisaría, para que allí, sin necesidad de tener que consultar a un centro de control, cada jefe sepa dónde están los móviles que corresponden a esa dependencia y sepan si cumplen con el plan de patrullaje previsto", detalló.
Tras describir los proyectos en marcha, López Herrera habló de la necesidad de que exista un trabajo conjunto de la sociedad para luchar contra la delincuencia. "Los que trabajamos en seguridad sabemos que es un área terminal, es decir, cuando hay una falla en otros mecanismos sociales termina siendo un problema de seguridad. Por ejemplo, la no contención de los menores, los problemas de tipo social, el alcoholismo, las adicciones; cuando alguien termina preso en una comisaría porque está ebrio en la vía pública o porque ha peleado, a la Policía le llega el problema terminal. Todo el trabajo que se haga en educación, en desarrollo social, en consolidar la familia, en controlar a los menores, ayuda a la seguridad. Si vemos la seguridad exclusivamente desde un problema policial, estamos equivocados. A la Policía, reitero, le llega el problema concreto: el joven que ya va por mal camino, que ya es adicto. Si sólo miramos a la Policía no vamos a poder solucionar el problema", dijo. Añadió que el Gobierno entiende que el problema es global y por eso trabaja fuertemente en educación, en desarrollo social y en tratar de sacar sectores sociales de la marginalidad. "Por eso creemos que la mejora de cualquier programa de seguridad va de la mano de la mejora de la situación social, de adicción, de control de padres sobre los hijos y de avance en toda la comunidad, que debe tener determinadas conductas. Por ejemplo, si un ciudadano sabe que algún producto es robado, debe ser responsable y no adquirirlo, porque sino fomenta la delincuencia y puede poner en riesgo a otra persona", sostuvo.
Cada vez peor
¿Por qué son cada vez más violentos los robos?, se le consultó al ministro. "Cuando nosotros vemos quiénes son los que cometen este tipo de delitos, constatamos que ya tienen antecedentes, que la Policía los detuvo varias veces. Vemos que el Ministerio de Seguridad los tuvo alojados en la cárcel, pero que igual están en libertad. Evidentemente es gente que está en el camino del delito y que, al cometer un crimen y no tener condena, lo vuelve a cometer. En este punto, creo que sería muy importante que en casos como el de estas personas (las detenidas por el crimen de Iván), que tienen varias causas, se lleguen a dictar condenas con efectivo cumplimiento", respondió López Herrera.
Tras pronunciar estas palabras, aclaró que su petición no significa mirar para otro lado o esquivar el problema. "Pero, para ser absolutamente claro: es preferible que estas personas estén detenidas y no en libertad. Porque vemos que existe una escalada (de violencia) y que el tercer o cuarto hecho es más grave que el primero. Si la Policía detuvo a estas personas más de una vez, es bueno preguntarse por qué llegan a cometer un cuarto o quinto delito. Se mira a la Policía, pero también debemos decir que sí actuamos. Los detuvimos, los tuvimos presos varias veces, pero siguen libres. Entonces, también sería bueno analizar como sociedad las leyes y la actividad del Poder judicial y ver por qué se encuentran libres. De lo contrario, a nosotros nos queda seguir deteniéndolos y seguir dejándolos en libertad", concluyó el ministro.
"En este caso concreto (el de Iván), nosotros pensamos que son cuatro los involucrados. Tres están detenidos y el cuarto es intensamente buscado por equipos especiales dispuestos para ese fin. Es una persona que ya estuvo detenida en Villa Urquiza y a la que en un determinado momento se le dio un permiso especial sin custodia, y que a la finalización de este permiso no volvió al penal. Está prófugo. Incluso, en los otros casos (los otros tres detenidos), también se trata de delincuentes que habían sido detenidos en varias oportunidades, que tienen causas penales y contravencionales, pero que estaban en libertad", explicó el funcionario, para explicitar que los cuatro involucrados en la muerte del joven son individuos con frondosos prontuarios que estaban en libertad.
En este sentido, volvió a resaltar la importancia del Poder Judicial en la lucha contra la inseguridad. "La actividad de la Justicia es fundamental, porque es ella la que condena o libera a quienes están en actitud de delito", aseveró.
Respecto de la planificación y el trabajo que encaró el ministerio para aportar seguridad, mencionó que se dotó a la Policía de tecnología. "Se digitalizaron más de un millón de prontuarios, se estudió cada ciudad de la provincia y se dividió la actividad policial en cuadrículas, de acuerdo a las necesidades de cada lugar. Además, todas las patrullas poseen un sistema de GPS para hacer un seguimiento del patrullaje. Ahora pondremos también una computadora en cada comisaría, para que allí, sin necesidad de tener que consultar a un centro de control, cada jefe sepa dónde están los móviles que corresponden a esa dependencia y sepan si cumplen con el plan de patrullaje previsto", detalló.
Tras describir los proyectos en marcha, López Herrera habló de la necesidad de que exista un trabajo conjunto de la sociedad para luchar contra la delincuencia. "Los que trabajamos en seguridad sabemos que es un área terminal, es decir, cuando hay una falla en otros mecanismos sociales termina siendo un problema de seguridad. Por ejemplo, la no contención de los menores, los problemas de tipo social, el alcoholismo, las adicciones; cuando alguien termina preso en una comisaría porque está ebrio en la vía pública o porque ha peleado, a la Policía le llega el problema terminal. Todo el trabajo que se haga en educación, en desarrollo social, en consolidar la familia, en controlar a los menores, ayuda a la seguridad. Si vemos la seguridad exclusivamente desde un problema policial, estamos equivocados. A la Policía, reitero, le llega el problema concreto: el joven que ya va por mal camino, que ya es adicto. Si sólo miramos a la Policía no vamos a poder solucionar el problema", dijo. Añadió que el Gobierno entiende que el problema es global y por eso trabaja fuertemente en educación, en desarrollo social y en tratar de sacar sectores sociales de la marginalidad. "Por eso creemos que la mejora de cualquier programa de seguridad va de la mano de la mejora de la situación social, de adicción, de control de padres sobre los hijos y de avance en toda la comunidad, que debe tener determinadas conductas. Por ejemplo, si un ciudadano sabe que algún producto es robado, debe ser responsable y no adquirirlo, porque sino fomenta la delincuencia y puede poner en riesgo a otra persona", sostuvo.
Cada vez peor
¿Por qué son cada vez más violentos los robos?, se le consultó al ministro. "Cuando nosotros vemos quiénes son los que cometen este tipo de delitos, constatamos que ya tienen antecedentes, que la Policía los detuvo varias veces. Vemos que el Ministerio de Seguridad los tuvo alojados en la cárcel, pero que igual están en libertad. Evidentemente es gente que está en el camino del delito y que, al cometer un crimen y no tener condena, lo vuelve a cometer. En este punto, creo que sería muy importante que en casos como el de estas personas (las detenidas por el crimen de Iván), que tienen varias causas, se lleguen a dictar condenas con efectivo cumplimiento", respondió López Herrera.
Tras pronunciar estas palabras, aclaró que su petición no significa mirar para otro lado o esquivar el problema. "Pero, para ser absolutamente claro: es preferible que estas personas estén detenidas y no en libertad. Porque vemos que existe una escalada (de violencia) y que el tercer o cuarto hecho es más grave que el primero. Si la Policía detuvo a estas personas más de una vez, es bueno preguntarse por qué llegan a cometer un cuarto o quinto delito. Se mira a la Policía, pero también debemos decir que sí actuamos. Los detuvimos, los tuvimos presos varias veces, pero siguen libres. Entonces, también sería bueno analizar como sociedad las leyes y la actividad del Poder judicial y ver por qué se encuentran libres. De lo contrario, a nosotros nos queda seguir deteniéndolos y seguir dejándolos en libertad", concluyó el ministro.