14 Noviembre 2011

Aunque volvió a Tucumán para comandar un equipo de 20 personas, afirma que viene a sumarse a un conjunto de 1,5 millón. Pablo Kunik, flamante presidente del consorcio metropolitano para la gestión integral de los residuos sólidos urbanos en el Gran San Miguel de Tucumán, aseveró que la clave para lograr un ambiente más limpio y una administración óptima de la basura es la concientización.
Sin perjuicio de ello, afirmó que se tomarán decisiones respecto de los temas más acuciantes: dijo que en San Felipe avanza a paso veloz la construcción de la nueva planta de transferencia, que reemplazará a la actual de Pacará Pintado, para la cual, sin embargo, aún no se maneja un plazo firme de cierre.
La Justicia sentenció que ese predio contamina y dispuso una fecha de cierre de la planta de Pacará -operada por la empresa Servicios y Construcciones La Banda- no como estación de transferencia, pero sí como predio de disposición final. Hoy, la disposición final de la basura se efectúa en Overa Pozo.
El consorcio metropolitano está integrado por San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo, Las Talitas, Banda del Río Salí y Alderetes y dispone de un presupuesto anual de $ 31 millones, de los cuales el 93% es la remuneración para la empresa, cuyo gerente es Mario Criado, y con el 7% restante se saldan salarios del personal del consorcio y demás gastos operativos. Y, pese a que las decisiones se toman en la asamblea de intendentes, el ente tiene un contacto permanente con el Gobierno provincial.
"En la gestión de los residuos sólidos urbanos, una de las cuestiones más importantes es que todos reconozcamos que tenemos un rol, un papel que jugar, desde el momento en que generamos residuos y queremos que haya la menor cantidad de basura posible. Vamos a hacer un llamado muy enérgico a toda la sociedad, para que nos acompañe. Debemos comprometernos a generar menos residuos y a ser respetuosos con nuestro propio lugar. Ese cambio de mentalidad es el mayor desafío cultural de hoy en Tucumán", aseveró Kunik.
El funcionario ha sido gerente del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP) desde su creación, durante la gestión de José Manuel Paz como ministro de Desarrollo Productivo, hasta este año, cuando se fue a Buenos Aires a trabajar en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación. Ahora volvió a Tucumán para hacerse cargo, el 17 de octubre, de este ente público.
"La gestión integral de los residuos sólidos urbanos supone un servicio público básico que no puede parar nunca. La gente genera residuos todos los días y el servicio debe prestarse siempre. No vamos a desacatar ninguna orden judicial, pero el servicio debe seguir estando provisto", aseveró Kunik.
También sostuvo que ninguno de los trabajadores (son unos 50) de Pacará Pintado va a quedarse sin trabajo una vez que se cierre esa planta. Y destacó la obra de San Felipe: "es un proyecto de ingeniería de avanzada. Y se está cumpliendo en las etapas previstas".
Anticipó que el año que viene se desarrollarán actividades masivas relacionadas con la generación de conciencia sobre la basura. "A simple vista, se ve que hay un gran desafío por delante", aseveró.
Sin perjuicio de ello, afirmó que se tomarán decisiones respecto de los temas más acuciantes: dijo que en San Felipe avanza a paso veloz la construcción de la nueva planta de transferencia, que reemplazará a la actual de Pacará Pintado, para la cual, sin embargo, aún no se maneja un plazo firme de cierre.
La Justicia sentenció que ese predio contamina y dispuso una fecha de cierre de la planta de Pacará -operada por la empresa Servicios y Construcciones La Banda- no como estación de transferencia, pero sí como predio de disposición final. Hoy, la disposición final de la basura se efectúa en Overa Pozo.
El consorcio metropolitano está integrado por San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo, Las Talitas, Banda del Río Salí y Alderetes y dispone de un presupuesto anual de $ 31 millones, de los cuales el 93% es la remuneración para la empresa, cuyo gerente es Mario Criado, y con el 7% restante se saldan salarios del personal del consorcio y demás gastos operativos. Y, pese a que las decisiones se toman en la asamblea de intendentes, el ente tiene un contacto permanente con el Gobierno provincial.
"En la gestión de los residuos sólidos urbanos, una de las cuestiones más importantes es que todos reconozcamos que tenemos un rol, un papel que jugar, desde el momento en que generamos residuos y queremos que haya la menor cantidad de basura posible. Vamos a hacer un llamado muy enérgico a toda la sociedad, para que nos acompañe. Debemos comprometernos a generar menos residuos y a ser respetuosos con nuestro propio lugar. Ese cambio de mentalidad es el mayor desafío cultural de hoy en Tucumán", aseveró Kunik.
El funcionario ha sido gerente del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP) desde su creación, durante la gestión de José Manuel Paz como ministro de Desarrollo Productivo, hasta este año, cuando se fue a Buenos Aires a trabajar en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación. Ahora volvió a Tucumán para hacerse cargo, el 17 de octubre, de este ente público.
"La gestión integral de los residuos sólidos urbanos supone un servicio público básico que no puede parar nunca. La gente genera residuos todos los días y el servicio debe prestarse siempre. No vamos a desacatar ninguna orden judicial, pero el servicio debe seguir estando provisto", aseveró Kunik.
También sostuvo que ninguno de los trabajadores (son unos 50) de Pacará Pintado va a quedarse sin trabajo una vez que se cierre esa planta. Y destacó la obra de San Felipe: "es un proyecto de ingeniería de avanzada. Y se está cumpliendo en las etapas previstas".
Anticipó que el año que viene se desarrollarán actividades masivas relacionadas con la generación de conciencia sobre la basura. "A simple vista, se ve que hay un gran desafío por delante", aseveró.
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