Las tribunas se llenan en otra parte

BUENOS AIRES.- En todas partes del mundo las ciudades se paralizan cuando juega Argentina. Ni que hablar cuando la Selección hace su presentación ante el más pobre de los rivales, en el lugar más recóndito del mundo. Con Lionel Messi a la cabeza, el equipo mueve multitudes y todos se desviven por conseguir una entrada para ver al astro del fútbol. Ellos podrán no comer por una semana, pero nada importa porque ya tienen el pase para ver a "La Pulga". Eso sucede en India, Qatar y nadie se sorprendería si hasta ocurre en Uganda.

Toda aquella ilusión se transforma cuando el equipo juega aquí, en Argentina. Es que si hay alguien que le da la espalda a Messi y a las demás súper estrellas albicelestes, ese es el hincha nacional. Ayer, fue un ejemplo clarísimo como el agua de lo que ocurre con cada presentación local del equipo de Sabella. No era un amistoso. Se trataba de una choque clave para las aspiraciones del equipo en las Eliminatorias. Pero con un Monumental espléndido, e incluso con la rebaja en el precio de las entradas, las tribunas estuvieron lejos de colmarse.

En el duelo contra Bolivia, las populares mostraron huecos tan grandes como aquellos que últimamente deja la defensa de "Pachorra" en el partido.

Por si no bastara con la falta de popularidad para pintar de lleno lo que actualmente transmite la Selección a los argentinos, aquellos que concurrieron al estadio se cansaron de reprochar cada error, un mal pase, una mala definición. Los motivos para los silbidos fueron varios y no hicieron más que reafirmar la mala relación entre Argentina y "su gente". (Especial)