31 Octubre 2011
BUENOS AIRES.- La suba de tasas que viene afectando a los créditos al consumo en las últimas semanas encarecerá el endeudamiento de los argentinos y frenará la demanda, lo cual repercutirá en la actividad económica. Así lo evaluó la consultora Ecolatina, al tiempo que señaló que las condiciones monetarias se vieron deterioradas a partir del tercer trimestre producto de la aceleración de la salida de capitales.
El Banco Central vendió reservas por U$S 2.664 millones entre julio y septiembre, el mayor monto desde la crisis de 2008-2009. En paralelo, los depósitos a plazo se estancaron, mientras que los préstamos continuaron mostrando un fuerte dinamismo, analizó la consultora. Esa situación afectó la liquidez de los bancos, impulsando al alza a las tasas pasivas. Entre junio y septiembre, la tasa Badlar de bancos privados creció 1,5 punto porcentual y el Banco Central convalidó subas en las tasas de Lebacs del orden de 2 puntos porcentuales para el mismo período. En octubre, el traspaso de los plazos fijos de Anses depositados en los bancos privados a las entidades públicas impulsó un fuerte salto en la tasa Badlar privada, que pasó de 14% a 20%.
Las tasas activas han reaccionado en un mismo sentido: la tasa de Adelantos de corto plazo superior a los $ 10 millones de creció más de 7 puntos porcentuales en octubre, ubicándose por encima del 20%. De no revertirse, la suba de tasas encarecerá el crédito, elemento que terminará impactando sobre la dinámica del consumo, evaluó la consultora. Al analizar los efectos de la desaceleración de los préstamos sobre el nivel de actividad económica, debe considerarse el bajo nivel de intermediación financiera que registra Argentina, puntualizó el informe. Pese a la baja profundidad del sistema financiero, desde 2009 a la fecha el crédito privado incrementó su participación en términos del PBI desde 12,4% a 14%. Este incremento se debió fundamentalmente al crecimiento de los préstamos al consumo: al primer semestre de 2011, la suma de créditos prendarios y personales representó 5,3% del PBI, nivel récord de las últimas dos décadas. (NA)
El Banco Central vendió reservas por U$S 2.664 millones entre julio y septiembre, el mayor monto desde la crisis de 2008-2009. En paralelo, los depósitos a plazo se estancaron, mientras que los préstamos continuaron mostrando un fuerte dinamismo, analizó la consultora. Esa situación afectó la liquidez de los bancos, impulsando al alza a las tasas pasivas. Entre junio y septiembre, la tasa Badlar de bancos privados creció 1,5 punto porcentual y el Banco Central convalidó subas en las tasas de Lebacs del orden de 2 puntos porcentuales para el mismo período. En octubre, el traspaso de los plazos fijos de Anses depositados en los bancos privados a las entidades públicas impulsó un fuerte salto en la tasa Badlar privada, que pasó de 14% a 20%.
Las tasas activas han reaccionado en un mismo sentido: la tasa de Adelantos de corto plazo superior a los $ 10 millones de creció más de 7 puntos porcentuales en octubre, ubicándose por encima del 20%. De no revertirse, la suba de tasas encarecerá el crédito, elemento que terminará impactando sobre la dinámica del consumo, evaluó la consultora. Al analizar los efectos de la desaceleración de los préstamos sobre el nivel de actividad económica, debe considerarse el bajo nivel de intermediación financiera que registra Argentina, puntualizó el informe. Pese a la baja profundidad del sistema financiero, desde 2009 a la fecha el crédito privado incrementó su participación en términos del PBI desde 12,4% a 14%. Este incremento se debió fundamentalmente al crecimiento de los préstamos al consumo: al primer semestre de 2011, la suma de créditos prendarios y personales representó 5,3% del PBI, nivel récord de las últimas dos décadas. (NA)
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