31 Octubre 2011
Un tucumano practicó la primera cirugía robótica de corazón que se hizo en el país
Desde una consola, el cirujano Vadim Kotowicz manejó los brazos del robot Da Vinci para regular el flujo sanguíneo en el corazón de un hombre de 76 años, que sufría una complicación generada por el marcapaso. La intervención se realizó en el Instituto Cardiovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires. Allí la técnica viene aplicándose en otras zonas del organismo.
Las cirugías robóticas ya no pertenecen al mundo fantástico de la ciencia ficción. Forman parte de la realidad cotidiana, vienen pisando fuerte en el campo de la medicina mundial y ya llegaron a nuestro país. El tucumano especialista en la materia Vadim Kotowicz es jefe de Cirugía Cardíaca Robótica y subjefe de Cirugía Cardiovascular del Instituto de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano, de Buenos Aires. Él realizó allí la primera cirugía cardíaca con tecnología robótica que se hizo en la Argentina. Un hombre de 76 años -con diagnóstico de endocarditis infecciosa, asociada al electrodo del marcapaso cardíaco- es el paciente que se benefició con la nueva tecnología. Le dieron el alta quirúrgica y se recupera muy bien en su casa, con tratamiento antibiótico específico.
La operación
"Con una cirugía miniinvasiva le extraje el electrodo del marcapaso y la vegetación asociada al electrodo y a la válvulatricúspide. Esta válvula regula el flujo de sangre desde la cavidad superior derecha del corazón (aurícula derecha) hasta la cavidad inferior derecha (ventrículo derecho). La vegetación es una lesión con forma de coágulo que puede desprenderse y viajar hacia las arterias pulmonares y obstruirlas. Por supuesto, antes de iniciar la intervención el paciente fue conectado al sistema de circulación extracorpórea que cumple las funciones del corazón y de los pulmones en forma artificial mientras dura el procedimiento. La cirugía duró dos horas y media y no presentó ningún inconveniente", le contó Kotowicz a LA GACETA durante una charla telefónica.
Teledirigida
Gracias a la tecnología robótica fue posible acceder sin dificultad a la cavidad torácica y a la cavidad auricular derecha con mínimas incisiones, reduciendo sustancialmente el trauma quirúrgico. La intervención se realiza desde una consola y en forma teledirigida. En tiempo real, el cirujano efectúa los movimientos del instrumental. "Este avance tecnológico nos brinda visión tridimensional y la posibilidad de ampliar el campo quirúrgico", subrayó Kotowicz.
El paciente ingresó derivado de otra institución con un cuadro de síndrome febril. Luego de someterlo a diferentes estudios se le diagnosticó la endocarditis infecciosa. Debido a su edad avanzada y a su cuadro infeccioso una cirugía convencional con esternotomía (incisión vertical del esternón) lo ponía en riesgo de desarrollar una contaminación de la herida quirúrgica y, por ende, de los tejidos profundos de la cavidad torácica (patología conocida como mediastinitis). Por este motivo se optó por la técnica robótica asistida.
Durante la operación Kotowicz fue asistido por Ricardo Marenchino, jefe de Trasplante Cardíaco y Asistencia Ventricular, y Ricardo Posatini, médico del servicio de Cirugía Cardiovascular. También formaron parte del equipo Juan Vianco, médico del servicio de Anestesiología; Juan Vázquez, jefe de Perfusión y Circulación Extracorpórea; Ricardo Palacios, técnico en perfusión, y Florencia Bogado, Gabriela Biciuffi, Mónica Haramburu y Soledad Mazzarol, del área de Instrumentación Quirúrgica.
La operación
"Con una cirugía miniinvasiva le extraje el electrodo del marcapaso y la vegetación asociada al electrodo y a la válvulatricúspide. Esta válvula regula el flujo de sangre desde la cavidad superior derecha del corazón (aurícula derecha) hasta la cavidad inferior derecha (ventrículo derecho). La vegetación es una lesión con forma de coágulo que puede desprenderse y viajar hacia las arterias pulmonares y obstruirlas. Por supuesto, antes de iniciar la intervención el paciente fue conectado al sistema de circulación extracorpórea que cumple las funciones del corazón y de los pulmones en forma artificial mientras dura el procedimiento. La cirugía duró dos horas y media y no presentó ningún inconveniente", le contó Kotowicz a LA GACETA durante una charla telefónica.
Teledirigida
Gracias a la tecnología robótica fue posible acceder sin dificultad a la cavidad torácica y a la cavidad auricular derecha con mínimas incisiones, reduciendo sustancialmente el trauma quirúrgico. La intervención se realiza desde una consola y en forma teledirigida. En tiempo real, el cirujano efectúa los movimientos del instrumental. "Este avance tecnológico nos brinda visión tridimensional y la posibilidad de ampliar el campo quirúrgico", subrayó Kotowicz.
El paciente ingresó derivado de otra institución con un cuadro de síndrome febril. Luego de someterlo a diferentes estudios se le diagnosticó la endocarditis infecciosa. Debido a su edad avanzada y a su cuadro infeccioso una cirugía convencional con esternotomía (incisión vertical del esternón) lo ponía en riesgo de desarrollar una contaminación de la herida quirúrgica y, por ende, de los tejidos profundos de la cavidad torácica (patología conocida como mediastinitis). Por este motivo se optó por la técnica robótica asistida.
Durante la operación Kotowicz fue asistido por Ricardo Marenchino, jefe de Trasplante Cardíaco y Asistencia Ventricular, y Ricardo Posatini, médico del servicio de Cirugía Cardiovascular. También formaron parte del equipo Juan Vianco, médico del servicio de Anestesiología; Juan Vázquez, jefe de Perfusión y Circulación Extracorpórea; Ricardo Palacios, técnico en perfusión, y Florencia Bogado, Gabriela Biciuffi, Mónica Haramburu y Soledad Mazzarol, del área de Instrumentación Quirúrgica.
NOTICIAS RELACIONADAS