28 Octubre 2011
SIN CONTROL. La imagen muestra un campo cubierto con "Echinochloa colona biotipo blanca", uno de los biotipos más resistentes al glifosato". LA GACETA / FOTOS DE ARCHIVO
En varias y vastas regiones del país, durante los últimos años, se han producido cambios importantes en las poblaciones de malezas en los diferentes sistemas de producción.
Algunas de las causas serían la extensa superficie sembrada con soja, la gran difusión de la siembra directa, el uso masivo del herbicida "glifosato", el desinterés por las rotaciones de cultivos, la escasa diversidad de productos químicos aplicados, la ocupación de tierras menos apta para la agricultura y el intenso desmonte. Esto generó una nueva problemática de malezas principalmente en el rubro agrícola. Un caso concreto y preocupante en la actualidad, es la difusión de malezas con mayor tolerancia al herbicida glifosato.
No obstante, esta problemática no es una consecuencia directa del uso de glifosato, el cual es un buen producto de acción total y no residual, que controla un amplio espectro de malezas tanto de hojas angostas (gramíneas), como de hojas anchas (latifoliadas) y desde hace varios años es una herramienta de suma utilidad en la producción agropecuaria. Su uso fue y sigue siendo determinante para eliminar malezas tanto en el "barbecho químico" (BQ) como así también en los "cultivos transgénicos" "RG" (con el gen de resistencia a glifosato incorporado genéticamente), por ejemplo, soja, maíz, algodón, entre otros.
Por ello, la Sección Malezas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán organizó una "Jornada técnica sobre el manejo de malezas", donde los investigadores informaron a los productores y técnicos presentes sobre cuáles son las diferentes problemáticas a las que se enfrenta el sistema productivo de la provincia, en cuanto a la proliferación de distintas malezas.
Sobre el problema de la resistencia a glifosato que se viene dando en varias malezas en la región y en Tucumán, los especialistas señalaron que es difícil aseverar que la difusión de los biotipos resistentes a glifosato en nuestra provincia se encuentra bajo control, porque son muchos los factores que intervienen en ese proceso, manifestó Ignacio Olea, jefe de la Sección Manejo de Malezas de la Eeaoc.
Así, el crecimiento poblacional del "sorgo de alepo" se puede calificar como lento, pero en gran medida es una consecuencia de que los rizomas, que constituyen su medio más eficiente de propagación, con la siembra directa quedan confinados en el lugar donde se originan, y ahí se los puede controlar con los diferentes herbicidas que recomendamos desde 2007, acotó el investigador.
En cambio, la Echinochloa colona, cuya dispersión estaría principalmente mediada por el agua de escorrentía, puede aparecer en cualquier lugar por donde ésta circule, luego de pasar por un lote donde el biotipo haya semillado libremente y su avance puede ser impredecible y muy rápido.
Conocida la existencia en un lote de un biotipo resistente, el control de la producción de sus semillas -para evitar la propagación en la región-, constituye una responsabilidad del productor y quizás sea más importante que las prácticas para impedir la selección de un nuevo biotipo en su campo.
Olea aclaró que la diferencia de Tucumán con otras provincias, en las cuales estos problemas parecen ser mayores, radica en que "estamos difundiendo medidas de prevención y de control antes que los biotipos resistentes ingresen a la fase exponencial de su crecimiento poblacional".
En esta labor, tienen en cuenta la rotación en los modos de acción de los herbicidas que recomiendan, para evitar originar una nueva resistencia.
En el futuro, el manejo de malezas será más complejo, habrá más cultivares resistentes a herbicidas y biotipos de malezas que los superarán.
También se dispondrá de nuevos herbicidas, no tan simples de manejar como el "glifosato", por lo que hay que empezar a instruir al productor para desempeñarse en este nuevo escenario.
Proyecto
En ese sentido, la Sección Malezas ha comenzado a trabajar en un proyecto que enfoca su accionar en la Cuenca del Río Tajamar, la zona con mayor incidencia de los dos biotipos resistentes a glifosato de Tucumán.
Allí, realizaron la primera reunión técnica la semana pasada, en la sede de la Cooperativa Unión y Progreso de La Ramada, donde difundieron diferentes aspectos de la biología y el manejo de Echinochloa colona, así como del buen empleo de los graminicidas "fop" y "dim". "Pensamos continuar con este trabajo, al menos durante dos campañas", anunció.
Recomendaciones
a) Debemos tratar de evitar la coexistencia de diferentes biotipos resistentes en un mismo lote; b) Promover medidas para limitar la producción de sus semillas; c) Reforzar la prevención de su ingreso, y, d) Evitar su distribución con las cosechadoras dentro del lote.
"Este trabajo requerirá de la colaboración de muchas personas, empresas y organizaciones, pero si se logran buenos resultados puede servir de modelo para implementar en otras regiones", dijo Olea proyectando la tarea de extensión.
Algunas de las causas serían la extensa superficie sembrada con soja, la gran difusión de la siembra directa, el uso masivo del herbicida "glifosato", el desinterés por las rotaciones de cultivos, la escasa diversidad de productos químicos aplicados, la ocupación de tierras menos apta para la agricultura y el intenso desmonte. Esto generó una nueva problemática de malezas principalmente en el rubro agrícola. Un caso concreto y preocupante en la actualidad, es la difusión de malezas con mayor tolerancia al herbicida glifosato.
No obstante, esta problemática no es una consecuencia directa del uso de glifosato, el cual es un buen producto de acción total y no residual, que controla un amplio espectro de malezas tanto de hojas angostas (gramíneas), como de hojas anchas (latifoliadas) y desde hace varios años es una herramienta de suma utilidad en la producción agropecuaria. Su uso fue y sigue siendo determinante para eliminar malezas tanto en el "barbecho químico" (BQ) como así también en los "cultivos transgénicos" "RG" (con el gen de resistencia a glifosato incorporado genéticamente), por ejemplo, soja, maíz, algodón, entre otros.
Por ello, la Sección Malezas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán organizó una "Jornada técnica sobre el manejo de malezas", donde los investigadores informaron a los productores y técnicos presentes sobre cuáles son las diferentes problemáticas a las que se enfrenta el sistema productivo de la provincia, en cuanto a la proliferación de distintas malezas.
Sobre el problema de la resistencia a glifosato que se viene dando en varias malezas en la región y en Tucumán, los especialistas señalaron que es difícil aseverar que la difusión de los biotipos resistentes a glifosato en nuestra provincia se encuentra bajo control, porque son muchos los factores que intervienen en ese proceso, manifestó Ignacio Olea, jefe de la Sección Manejo de Malezas de la Eeaoc.
Así, el crecimiento poblacional del "sorgo de alepo" se puede calificar como lento, pero en gran medida es una consecuencia de que los rizomas, que constituyen su medio más eficiente de propagación, con la siembra directa quedan confinados en el lugar donde se originan, y ahí se los puede controlar con los diferentes herbicidas que recomendamos desde 2007, acotó el investigador.
En cambio, la Echinochloa colona, cuya dispersión estaría principalmente mediada por el agua de escorrentía, puede aparecer en cualquier lugar por donde ésta circule, luego de pasar por un lote donde el biotipo haya semillado libremente y su avance puede ser impredecible y muy rápido.
Conocida la existencia en un lote de un biotipo resistente, el control de la producción de sus semillas -para evitar la propagación en la región-, constituye una responsabilidad del productor y quizás sea más importante que las prácticas para impedir la selección de un nuevo biotipo en su campo.
Olea aclaró que la diferencia de Tucumán con otras provincias, en las cuales estos problemas parecen ser mayores, radica en que "estamos difundiendo medidas de prevención y de control antes que los biotipos resistentes ingresen a la fase exponencial de su crecimiento poblacional".
En esta labor, tienen en cuenta la rotación en los modos de acción de los herbicidas que recomiendan, para evitar originar una nueva resistencia.
En el futuro, el manejo de malezas será más complejo, habrá más cultivares resistentes a herbicidas y biotipos de malezas que los superarán.
También se dispondrá de nuevos herbicidas, no tan simples de manejar como el "glifosato", por lo que hay que empezar a instruir al productor para desempeñarse en este nuevo escenario.
Proyecto
En ese sentido, la Sección Malezas ha comenzado a trabajar en un proyecto que enfoca su accionar en la Cuenca del Río Tajamar, la zona con mayor incidencia de los dos biotipos resistentes a glifosato de Tucumán.
Allí, realizaron la primera reunión técnica la semana pasada, en la sede de la Cooperativa Unión y Progreso de La Ramada, donde difundieron diferentes aspectos de la biología y el manejo de Echinochloa colona, así como del buen empleo de los graminicidas "fop" y "dim". "Pensamos continuar con este trabajo, al menos durante dos campañas", anunció.
Recomendaciones
a) Debemos tratar de evitar la coexistencia de diferentes biotipos resistentes en un mismo lote; b) Promover medidas para limitar la producción de sus semillas; c) Reforzar la prevención de su ingreso, y, d) Evitar su distribución con las cosechadoras dentro del lote.
"Este trabajo requerirá de la colaboración de muchas personas, empresas y organizaciones, pero si se logran buenos resultados puede servir de modelo para implementar en otras regiones", dijo Olea proyectando la tarea de extensión.