26 Octubre 2011
FOTO TOMADA DE LANACION.COM
RIO GALLEGOS.- Un impactante vitral de dos metros de diámetro con el ícono del Bicentenario corona la bóveda del mausoleo, detrás, una potente lámpara de leds lo ilumina y la imagen se proyecta sobre el lugar donde estará el féretro de Néstor Kirchner. Horas antes de la inauguración del mausoleo en homenaje al ex presidente, el diario "La Nación" lo recorrió.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sus hijos, familiares y sólo un selecto puñado de personas participarán mañana de la ceremonia en la que los restos de Kirchner -hoy en el panteón de su tío Carlos Arturo Kirchner- serán trasladados hasta allí.
El empresario Lázaro Báez, ideólogo del mausoleo y quien corrió con el costo de la construcción como una ofrenda para Kirchner, fue quien guió la visita, mientras seguía con atención cada uno de los detalles de la obra que encaró con el objeto de crear un lugar en el cual el primer presidente santacruceño pudiera recibir el homenaje de la gente.
Los detalles
La fachada del edificio es gris cemento de hormigón y pórfido patagónico, el interior está iluminado con la luz natural. "Por respeto a lo que este recinto representa se solicita al público en general no ingresar con celulares, máquinas fotográficas y filmadoras", indica una pequeña placa apenas se atraviesa la puerta blindada de tres metros de altura.
En la planta baja estará el féretro del ex presidente y será de acceso exclusivo para los familiares. Los visitantes deberán ascender por una enorme escalera caracol hasta el piso superior. Desde allí, a través de un vidrio, se podrá contemplar el féretro. Un collar de pequeñas lucecitas celestes cierra el cilindro de vidrio facetado que encierra el recinto central.
En las paredes por ahora sólo hay dos imágenes de Kirchner transformadas a partir de una foto con un tratamiento gráfico. La de la planta baja es el rostro del ex presidente en un mural color caoba de 1,5 metro de cada lado. La de planta superior es una imagen de Kirchner a los 9 años, una foto de estudio tomada a fines de 1950. El resto de las paredes están vacías por ahora.
Ayer al mediodía, un pabellón argentino de 9 metros de largo fue izado en el mástil central, ubicado al lado del mausoleo. El color celeste de la bandera presenta un tono más intenso que el tradicional y las puntas fueron reforzadas para que no se deshilache con el viento patagónico. (Especial)
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sus hijos, familiares y sólo un selecto puñado de personas participarán mañana de la ceremonia en la que los restos de Kirchner -hoy en el panteón de su tío Carlos Arturo Kirchner- serán trasladados hasta allí.
El empresario Lázaro Báez, ideólogo del mausoleo y quien corrió con el costo de la construcción como una ofrenda para Kirchner, fue quien guió la visita, mientras seguía con atención cada uno de los detalles de la obra que encaró con el objeto de crear un lugar en el cual el primer presidente santacruceño pudiera recibir el homenaje de la gente.
Los detalles
La fachada del edificio es gris cemento de hormigón y pórfido patagónico, el interior está iluminado con la luz natural. "Por respeto a lo que este recinto representa se solicita al público en general no ingresar con celulares, máquinas fotográficas y filmadoras", indica una pequeña placa apenas se atraviesa la puerta blindada de tres metros de altura.
En la planta baja estará el féretro del ex presidente y será de acceso exclusivo para los familiares. Los visitantes deberán ascender por una enorme escalera caracol hasta el piso superior. Desde allí, a través de un vidrio, se podrá contemplar el féretro. Un collar de pequeñas lucecitas celestes cierra el cilindro de vidrio facetado que encierra el recinto central.
En las paredes por ahora sólo hay dos imágenes de Kirchner transformadas a partir de una foto con un tratamiento gráfico. La de la planta baja es el rostro del ex presidente en un mural color caoba de 1,5 metro de cada lado. La de planta superior es una imagen de Kirchner a los 9 años, una foto de estudio tomada a fines de 1950. El resto de las paredes están vacías por ahora.
Ayer al mediodía, un pabellón argentino de 9 metros de largo fue izado en el mástil central, ubicado al lado del mausoleo. El color celeste de la bandera presenta un tono más intenso que el tradicional y las puntas fueron reforzadas para que no se deshilache con el viento patagónico. (Especial)
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