¡Tratala con mucho cariño!

Epitafio en la tumba de una suegra: "Aquí descansa ella, y en casa descansamos nosotros". Otra de suegras:" ¿cuál es el vino más pegador? Vino mi suegra". "¿Cómo se dice suegra en chino? Lin chen lan". Y no falta el que disfruta del humor negro: "pasaba un vecino por una casa atestada de gente y pregunta ¡Eh, compadre! ¿Alguien ha muerto? Sí, el burro ha matado a mi suegra de una patada. ¿Y toda esa gente conocía a tu suegra? No... ¡han venido a comprar el burro..."

Los chistes de distinto calibre siguen al infinito. Y provienen de tiempos inmemoriables ( "Mira a tu suegra y así será tu mujer de vieja" , "Barre la nuera lo que ve la suegra"...). Es que siempre hubo rivalidades y roces entre suegras y nueras o yernos. Pero también hay historias muy bonitas, en las que el yerno termina convirtiéndose en el hijo que ella nunca tuvo. "Me divorcié hace mucho tiempo, pero mi ex mujer se fue a vivir a Italia y yo sigo yendo a festejar el Día de la Madre en la casa de mi ex suegra", confiesa Martín Gallardo.

Hoy, en el Día de las Suegras, hay muchas formas de agasajarlas: con un ramo de flores, con una invitación a comer afuera, con una caja de bombones o hasta quizás con una entrada para el teatro, para que disfruten madre e hija, obviamente. ¿Por qué no hay Día del Suegro? Quizás porque la relación con la madre de la esposa/o es mucho más estrecha.

Si bien es difícil hacer una tipología, la psicóloga Beatriz Goldberg asume el desafío en su libro "Suegras, técnicas y estrategias para la supervivencia". "Está la absorbente, también llamada ?madre pulpo?, que va sacando de a poco sus tentáculos hasta que termina ahogándote. Sus mensajes suelen ser subliminales, no te dice las cosas tan directamente: te presta la casa, pero con ella adentro; te controla llamándote por teléfono para preguntar por los chicos y pone, sutilmente, sus condiciones", le cuenta la autora a LA GACETA.

"Pero también está la víctima, a quien siempre le pasa algo peor que a vos. No podés competir con ella en tema de enfermedades ni de catástrofes. En eso que te cuenta va sacando provecho de todo. Llama la atención y consigue lo que quiere", remarca.

En tercer lugar está reservado para la "bancadora". Es la que te banca todo (te presta plata, te cuida los chicos, te hace el aguante cuando tenés un casamiento ...) pero, después, ¡lo que cuesta pagarle! ¡Siempre quedás en deuda! Es cierto que te saca las papas del fuego, pero nunca te da una solución definitiva, te tiene agarrado para siempre. Siempre se las arregla para recordarte que ella te ayudó.

La narcisista es una de las más detestadas. Busca vivir a través de su hijo. "¡Qué bien crié a mi hijo! Si logró todo esto es gracias a mí", suele decir. Es también de las que cree que su hijo la va a abandonar ("Y mirá cómo me paga ..."). Por último, está la descalificadora. Su frase de cabecera es: "vos no vas a poder ..." Si la hija le dice: "mamá, mi marido encontró trabajo", ella responde inmediatamente: "¡ah! y cuánto le irá durar ...".

El problema no es que sean suegras, sino la relación que se entabla. "Las madres siempre van a defender a sus hijas o hijos, por eso, si uno se pelea con su pareja no puede ir a llenarle la cabeza a su madre en contra del otro, porque después ellos se arreglan pero la suegra no se olvida. En cambio, para los hijos uno tiene cierta amnesia", remarca.

Otras veces la relación entre suegras y nuera o yerno es mala, porque nunca fue buena, y después del casamiento empeora. Pero también es cierto que los varones suelen idealizar la figura materna. Por eso la nuera nunca le llega a los talones. Por más que la esposa cocine fabuloso, sus empanadas nunca serán tan ricas como las de su madre.

Sea como fuere, cuando las palabras no alcanzan, bienvenidos sean los regalos. El obsequio de hoy puede oficiar de mensaje para mejorar la relación o premiarla con un segundo regalo del Día de la Madre.