"Argentina necesita ingenieros; no hace falta irse del país"

"Argentina necesita ingenieros; no hace falta irse del país"

Es uno de los tucumanos que encontraron su lugar en el INVAP. Orgulloso ex alumno del Instituto Técnico, logró el mejor promedio de la Facultad.

DE EXACTAS A BARILOCHE. El mejor egresado 2010 fue elegido por el INVAP para su proyecto Radares. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI DE EXACTAS A BARILOCHE. El mejor egresado 2010 fue elegido por el INVAP para su proyecto Radares. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
26 Octubre 2011
Ayer, en la semipenumbra de la sala de video del Instituto Técnico, unos 30 adolescentes colgaban de una voz que los alentaba a estudiar, estudiar y estudiar. De a ratos, era el ingeniero Argañarás; de a ratos, José, orgulloso hijo del colegio que contaba su experiencia.

Pocas horas después de su charla con LA GACETA, el ingeniero José Argañarás, que en marzo cumplirá 25 años, recibió su diploma y dos premios: la medalla de oro que le entregó la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT como su mejor egresado 2010 y el Premio a los mejores egresados, instituido hace años por la Academia Nacional de Ingeniería. Este acto académico fue el que lo trajo de vuelta "al pago", expresión que le cabe más que a otros porque es 50% santiagueño.

- La familia de mi padre es de Santiago. Y de él recibí los primeros estímulos que hicieron de mí lo que soy. Él estudiaba ingeniería cuando yo nací, y mis primeros "experimentos" consistieron en desarmar lo que él armaba. Al final no se recibió, pero fue mi primer modelo.

- O sea que creciste en medio de la tecnología...

- ¡Sí... y cuánto! A los 14 años armé mi primera computadora. Me la regaló mi papá; con la ayuda de un libro y ututeando aprendí a programar... y ahí nomás empecé a trabajar. Por otra parte, ingresé al Técnico. La formación que recibí me abrió un montón de puertas. Uno se siente orgulloso de formar parte de esa comunidad educativa, y eso no es frecuente. Por eso volví al colegio: quiero que los chicos sepan que hay un muy buen futuro por delante, que el país está creciendo y que si le ponen voluntad y un poco de esfuerzo (tampoco es taaanto) hay muy buenas posibilidades.

- ¿Te facilitó las cosas en la Facultad ser egresado del Técnico?

- Al principio sí. Lo que da el colegio ayuda a que insertarse en la universidad cueste menos; aprendemos contenidos que alumnos de otros colegios no ven... y cursamos Dibujo Técnico, que para muchos estudiantes de Exactas es un problema. Pero no hay que confiarse. Después de segundo o tercer año las cosas se emparejan... Y es uno de los riesgos: muchos egresados del Técnico fracasan porque se "duermen".

- ¿Cuesta tanto ser ingeniero como muchos creen?

- No. Lo que me permitió lograr mi objetivo en tiempo récord (hizo su carrera en cuatro años y medio, con promedio 9,29) fue proponerme ir siempre a clase, así lloviera a cántaros o hiciera todo el calor del mundo. Aprovechar las explicaciones me simplificaba mucho el aprendizaje. Pero, además, creo que es clave no limitarte a lo que te enseñan. Hay que buscar y buscar; ¡se aprende arruinando! Ser curioso es fundamental.

-Y esa concepción tuvo premio...

- Sí. En diciembre, cuando había terminado de cursar, pero no me había recibido, el INVAP me seleccionó para incorporarme a un proyecto en el área de radares. En ese momento me estaba preparando para una beca en Japón. También me habían ofrecido trabajo en una empresa extranjera...

- ¿Y por qué elegiste el INVAP?

- Porque los proyectos son muy interesantes y la empresa está creciendo; porque si bien no voy a hacerme rico puedo vivir bien. Y fundamentalmente porque puedo quedarme en mi país y devolverle de alguna manera lo que hizo por mí: he sido beneficiario de la educación pública y el Estado me becó para que estudiara. Eso es un gran privilegio.

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