¿Y cómo hacíamos para vivir antes del teléfono móvil?

¿Y cómo hacíamos para vivir antes del teléfono móvil?

22 Octubre 2011
La sensación de inseguridad que se vive en todos los ámbitos produce que la gente se considere más vulnerable. De alguna forma, el celular brinda contención, opina el experto en fobias, Oscar Fiorio. "Nos permite saber que ante una emergencia alguien te puede ayudar. Por eso se los damos a nuestros hijos, por eso no podemos contenernos cuando manejamos", grafica.

Otras situaciones que influyen para crear una alta dependencia y hasta adicción a la tecnología móvil son la autoestima baja y el estrés crónico, según el médico.

"El celular no siempre es malo, salvo cuando crea dependencia, cuando uno empieza a usarlo para otros fines más allá de aquellos para los cuales fue diseñado y entonces la persona ya siente angustia, siente que no puede vivir sin él", sostiene. "Es perjudicial si estoy pendiente del teléfono, si sufro porque no tengo el último modelo del mercado, por ejemplo. Hay casos extremos de dependencia a la tecnología que sí son consideradas adicciones", aclara.

Estamos a tiempo para revisar nuestra relación con los celulares, señala Fiorio. ¿Qué se puede hacer? "Optar por un uso racional, imponerse un orden interno. Una persona no puede pasar la noche revisando el teléfono. Estamos todos locos. Hay que ponerse días y horarios, reconocer que hay vida después del móvil. Sin ponernos estos límites no nos damos cuenta y el riesgo que corremos es grande porque la alta dependencia genera mucho sufrimiento", explica.

Además de apagar el teléfono antes de ir a dormir, el experto recomienda durante el día programar actividades para las cuales se deba dejar el aparato fuera del alcance de la mano. Para los que se aterran cuando se olvidan el móvil en casa, según Fiorio, conviene preguntarse: ¿y cómo hacíamos antes del celular?

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