20 Octubre 2011
REY DE REYES. Kadafi, en setiembre de 2008, cuando participó del Segundo Foro de Reyes, Principes, Sultanes, Sheiks y Líderes de Africa. REUTERS
SIRTE.- Fue el dueño de la vida y de la muerte del pueblo libio durante cuatro décadas, durante las que acumuló la suma del poder en su país. Desde su ascenso, en 1969, se hizo llamar "Hermano líder", "Guía de la Revolución" y "Rey de Reyes". No se sabe la fecha exacta del nacimiento de Kadafi (Khadafi, Gaddafi o Gadafi, hasta la grafía de su nombre es incierta), pero se conoce que nació en Sirte, entre 1938 y 1942.
Fue criado en una carpa beduina, en el desierto cercano a Sirte y, de acuerdo con distintas biografías, su familia pertenecía a una pequeña tribu nómada de criadores de ganado. El solía contar que su abuelo peleó contra la ocupación italiana de Libia, en 1911.
Durante su paso por la escuela, en Sabha, quedó profundamente impresionado por las sacudidas del mundo árabe. Se apasionó por la lucha de los palestinos y quedó muy decepcionado con el triunfo israelí en 1948.
Recibió una educación tardía que le llevó a graduarse en la Academia Militar de Benghasi; completó su formación con estudios de historia y una breve estancia en Inglaterra.
Cuando tenía poco más de 20 años, participó en la fundación de un grupo político clandestino de oficiales jóvenes, con el cual organizó el golpe de Estado que derrocó al rey Idris I.
Se erigió en jefe del Estado Mayor y presidente del Consejo de la Revolución que controlaba el poder; al año siguiente acumuló los cargos de primer ministro y ministro de Defensa (1970-72), que dejó luego en manos de personas de confianza.
Tras la aprobación de una nueva Constitución en 1977 fue nombrado presidente del Congreso General del Pueblo, máximo órgano colegiado de la recién creada República Árabe Socialista Popular; en 1979 abandonó nominalmente sus cargos y mantuvo el poder de hecho de un régimen basado en su autoridad personal. Entre sus medidas políticas más destacadas están la reforma agraria y la nacionalización del petróleo.
En 1973 sintetizó sus aspiraciones políticas en el Libro verde: en él se mezclan el socialismo, el islamismo y el nacionalismo árabe con un proyecto de expansión por Africa y Asia. Impulsó proyectos de unión política de Libia con Egipto, Siria, Túnez, Chad y Marruecos, todos ellos fracasados; pactó con los dirigentes de Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez; apoyó la causa palestina contra Israel; intervino en las guerras del Chad contra Francia; y llegó a presidir la Organización para la Unidad Africana.
Alineó su política exterior con la Unión Soviética; mientras que sus relaciones con los países occidentales fue empeorando. En 1986, Estados Unidos bombardeó Libia y acusó al régimen de fomentar el terrorismo internacional.
Consiguió mantenerse en el poder (a pesar de dos intentos de golpe de Estado en 1992 y 1993) mediante una combinación de medidas represivas y concesiones a sus rivales.
Desde que, en 1992, la ONU impuso fuertes sanciones al país, Gaddafi dio un giro a sus relaciones con Occidente: condenó el terrorismo y se comprometió a indemnizar a víctimas de los atentados en los que reconoció la participación de Libia y a permitir las inspecciones sobre armamento en su territorio.
En 2003 fueron levantadas las sanciones que pesaban sobre el país y se restablecieron las relaciones con la Unión Europea (UE); en 2006, el gobierno libio recuperó el diálogo con Estados Unidos.
En el contexto de la ola de cambios iniciada en el mundo árabe a comienzos de 2011, y ante los reclamos de la población libia, que exigía la democratización del régimen y mejores condiciones de vida, Gaddafi respondió con armas a las protestas, lo que desató una guerra civil entre las fuerzas leales a su gobierno y quienes pedían su dimisión.
Esta situación derivó en una nueva ruptura de las relaciones entre la UE y su gobierno, y en el reconocimiento por parte de la Unión Europea del rebelde Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) como interlocutor político en el país.
El 17 de marzo de este año, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó una acción bélica contra las tropas de Gaddafi, aunque limitada a objetivos militares y sin afectar a la integridad física del mandatario. (Especial)
Fue criado en una carpa beduina, en el desierto cercano a Sirte y, de acuerdo con distintas biografías, su familia pertenecía a una pequeña tribu nómada de criadores de ganado. El solía contar que su abuelo peleó contra la ocupación italiana de Libia, en 1911.
Durante su paso por la escuela, en Sabha, quedó profundamente impresionado por las sacudidas del mundo árabe. Se apasionó por la lucha de los palestinos y quedó muy decepcionado con el triunfo israelí en 1948.
Recibió una educación tardía que le llevó a graduarse en la Academia Militar de Benghasi; completó su formación con estudios de historia y una breve estancia en Inglaterra.
Cuando tenía poco más de 20 años, participó en la fundación de un grupo político clandestino de oficiales jóvenes, con el cual organizó el golpe de Estado que derrocó al rey Idris I.
Se erigió en jefe del Estado Mayor y presidente del Consejo de la Revolución que controlaba el poder; al año siguiente acumuló los cargos de primer ministro y ministro de Defensa (1970-72), que dejó luego en manos de personas de confianza.
Tras la aprobación de una nueva Constitución en 1977 fue nombrado presidente del Congreso General del Pueblo, máximo órgano colegiado de la recién creada República Árabe Socialista Popular; en 1979 abandonó nominalmente sus cargos y mantuvo el poder de hecho de un régimen basado en su autoridad personal. Entre sus medidas políticas más destacadas están la reforma agraria y la nacionalización del petróleo.
En 1973 sintetizó sus aspiraciones políticas en el Libro verde: en él se mezclan el socialismo, el islamismo y el nacionalismo árabe con un proyecto de expansión por Africa y Asia. Impulsó proyectos de unión política de Libia con Egipto, Siria, Túnez, Chad y Marruecos, todos ellos fracasados; pactó con los dirigentes de Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez; apoyó la causa palestina contra Israel; intervino en las guerras del Chad contra Francia; y llegó a presidir la Organización para la Unidad Africana.
Alineó su política exterior con la Unión Soviética; mientras que sus relaciones con los países occidentales fue empeorando. En 1986, Estados Unidos bombardeó Libia y acusó al régimen de fomentar el terrorismo internacional.
Consiguió mantenerse en el poder (a pesar de dos intentos de golpe de Estado en 1992 y 1993) mediante una combinación de medidas represivas y concesiones a sus rivales.
Desde que, en 1992, la ONU impuso fuertes sanciones al país, Gaddafi dio un giro a sus relaciones con Occidente: condenó el terrorismo y se comprometió a indemnizar a víctimas de los atentados en los que reconoció la participación de Libia y a permitir las inspecciones sobre armamento en su territorio.
En 2003 fueron levantadas las sanciones que pesaban sobre el país y se restablecieron las relaciones con la Unión Europea (UE); en 2006, el gobierno libio recuperó el diálogo con Estados Unidos.
En el contexto de la ola de cambios iniciada en el mundo árabe a comienzos de 2011, y ante los reclamos de la población libia, que exigía la democratización del régimen y mejores condiciones de vida, Gaddafi respondió con armas a las protestas, lo que desató una guerra civil entre las fuerzas leales a su gobierno y quienes pedían su dimisión.
Esta situación derivó en una nueva ruptura de las relaciones entre la UE y su gobierno, y en el reconocimiento por parte de la Unión Europea del rebelde Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) como interlocutor político en el país.
El 17 de marzo de este año, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó una acción bélica contra las tropas de Gaddafi, aunque limitada a objetivos militares y sin afectar a la integridad física del mandatario. (Especial)
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