17 Octubre 2011
RÍO NÍO. El mural se inauguró en el marco de los festejos por los 100 años de la Escuela. Participaron los chicos. GENTILEZA ALEJANDRA VILLAGRA
Entre las actividades organizadas para celebrar los 100 años de la Escuela de Río Nío, los alumnos y el cuerpo docente disfrutaron a pleno la pintura de un mural, que hoy muestran con orgullo en las galerías del edificio. Entusiasmadas por la iniciativa, las artistas plásticas y la directora de la escuela se unieron para elevar un proyecto al Ministerio de Educación. Proponen reeditar la experiencia en establecimientos rurales y de alta montaña.
"Nos propusimos instalar el paisaje, la flora y la fauna en la escuela y lo conseguimos gracias al aporte de los alumnos y de sus familias. Ellos se involucraron desde el primer momento y participaron en la elaboración, que fue de puertas abiertas", destacaron Noemí Villagra, Estela Cúneo Quiroga y Alejandra Villagra.
Ellas apuntaron que el objetivo es fortalecer las raíces y las tradiciones de cada comunidad, como lo lograron en Río Nío. "Fue sorprendente cómo los chicos hacían aportes sobre los lugares y los personajes. Después se sumaron sus familiares. Todos contribuyeron para que nada quedara afuera de la pintura", explicaron.
No sólo emplearon la oralidad con los alumnos; también se trabajó con la escritura, el diseño gráfico y se hizo un concurso de dibujos para entusiasmarlos, despertar la creatividad y potenciar la mirada del entorno.
Las artistas destacaron que utilizan materiales y procesos que asegura una vida de 10 años para los murales. El proyecto apunta a cubrir la mayor cantidad de escuelas, en distintos ámbitos geográficos, en el período 2011-2013.
"Nos propusimos instalar el paisaje, la flora y la fauna en la escuela y lo conseguimos gracias al aporte de los alumnos y de sus familias. Ellos se involucraron desde el primer momento y participaron en la elaboración, que fue de puertas abiertas", destacaron Noemí Villagra, Estela Cúneo Quiroga y Alejandra Villagra.
Ellas apuntaron que el objetivo es fortalecer las raíces y las tradiciones de cada comunidad, como lo lograron en Río Nío. "Fue sorprendente cómo los chicos hacían aportes sobre los lugares y los personajes. Después se sumaron sus familiares. Todos contribuyeron para que nada quedara afuera de la pintura", explicaron.
No sólo emplearon la oralidad con los alumnos; también se trabajó con la escritura, el diseño gráfico y se hizo un concurso de dibujos para entusiasmarlos, despertar la creatividad y potenciar la mirada del entorno.
Las artistas destacaron que utilizan materiales y procesos que asegura una vida de 10 años para los murales. El proyecto apunta a cubrir la mayor cantidad de escuelas, en distintos ámbitos geográficos, en el período 2011-2013.
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