15 Octubre 2011
Necesidad.- La División Criminalística fue creada en Tucumán en 1979. Surge por la necesidad de un aseguramiento para buscar pruebas objetivas en las escenas de crímenes. Hasta entonces, la Justicia se basaba en pruebas testimoniales. Hace pocos años, la División se convirtió en Policía Científica. Cuenta con un cuerpo médico legal y un laboratorio toxicológico. Tiene ocho divisiones: retrato hablado, fotografía y filmación, planimetría, huellas y rastros, documentología (identificación, pericia caligráfica), balística y físico mecánico/accidentología. Todas las regionales de la provincia tienen su dirección de criminalística. Intervienen en 15 hechos diarios.
Sin cuerpo, pero con pruebas.-Un caso en el cual las pruebas científicas fueron fundamentales es el homicidio de la maestra Beatriz Argañaraz. Los peritos hallaron sangre de la víctima en el departamento de las acusadas. Esto fue crucial para los jueces que, pese a que no se halló un cuerpo, consideraron que hubo un crimen y condenaron a Nélida Fernández y Susana Acosta a 20 años de prisión.
El caso Aiziczon.- Otro caso en el que actuó la Policía Científica fue en la investigación del crimen del profesor de tenis Pablo Aiziczon, en marzo de este año. Los peritos hallaron rastros de los sospechosos en el auto del profesor asesinado y en la casa donde vivían los detenidos.
Esenciales.- Cualquier muestra biológica es fundamental, explicó la bioquímica Lilia Moyano. Puede ser de sangre, pelo, saliva, semen y de cualquier parte del cuerpo que tenga rastros genéticos, como la piel. Como ejemplo, nombró el caso de Esperanza Nieva, la coplera asesinada el año pasado en Amaicha del Valle. Los peritos descubrieron un pelo en una de las medias de la víctima. Como estaba con bulbo, se pudo hacer la identificación de un sospechoso, que terminó detenido.
Fáciles y difíciles.- Para los criminalistas la escena donde ocurrió el delito es sagrada porque es la única verdad inalterable, sostiene. Las cosas más pequeñas permiten grandes esclarecimientos, como un vaso o una servilleta. Los delitos más fáciles de resolver a través de pruebas científicas, según dicen, son los accidentes de tránsito (todos los elementos quedan en la escena). Los delitos emocionales tampoco son tan difíciles porque los delincuentes no planifican, son más espontáneos y dejan evidencias. Por el contrario, los delitos más complicados de esclarecer son aquellos realizados por quienes tienen experiencia en el campo del delito y han premeditado el hecho.
Sin cuerpo, pero con pruebas.-Un caso en el cual las pruebas científicas fueron fundamentales es el homicidio de la maestra Beatriz Argañaraz. Los peritos hallaron sangre de la víctima en el departamento de las acusadas. Esto fue crucial para los jueces que, pese a que no se halló un cuerpo, consideraron que hubo un crimen y condenaron a Nélida Fernández y Susana Acosta a 20 años de prisión.
El caso Aiziczon.- Otro caso en el que actuó la Policía Científica fue en la investigación del crimen del profesor de tenis Pablo Aiziczon, en marzo de este año. Los peritos hallaron rastros de los sospechosos en el auto del profesor asesinado y en la casa donde vivían los detenidos.
Esenciales.- Cualquier muestra biológica es fundamental, explicó la bioquímica Lilia Moyano. Puede ser de sangre, pelo, saliva, semen y de cualquier parte del cuerpo que tenga rastros genéticos, como la piel. Como ejemplo, nombró el caso de Esperanza Nieva, la coplera asesinada el año pasado en Amaicha del Valle. Los peritos descubrieron un pelo en una de las medias de la víctima. Como estaba con bulbo, se pudo hacer la identificación de un sospechoso, que terminó detenido.
Fáciles y difíciles.- Para los criminalistas la escena donde ocurrió el delito es sagrada porque es la única verdad inalterable, sostiene. Las cosas más pequeñas permiten grandes esclarecimientos, como un vaso o una servilleta. Los delitos más fáciles de resolver a través de pruebas científicas, según dicen, son los accidentes de tránsito (todos los elementos quedan en la escena). Los delitos emocionales tampoco son tan difíciles porque los delincuentes no planifican, son más espontáneos y dejan evidencias. Por el contrario, los delitos más complicados de esclarecer son aquellos realizados por quienes tienen experiencia en el campo del delito y han premeditado el hecho.
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