08 Octubre 2011
Este reconocimiento se ha dado a tres mujeres que tienen la fuerza que uno ve en tantas otras, acá mismo en el país, como en Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Es esa fuerza que da el compromiso de defender una causa justa, de abrir un camino de lucha, que es también lucha contra la violencia. Es una fuerza fundada en la búsqueda y en el compromiso con la justicia, con la verdad y con la causa de los pueblos. Lo que tienen en común estas mujeres es poder combatir situaciones donde hay tantísima violencia desde un lugar no violento, pero sí muy fuerte y poderoso. Me da la impresión de que están en discusión algunos paradigmas. Por ejemplo, ¿qué es la fuerza? ¿Es la violencia? ¿O es la de la mujer que se sobrepone al dolor, a la ausencia, a la carencia y sigue teniendo en claro que hay algo más que un yo mismo? Fuerza es la de la presidenta, Cristina Fernández, que sabe que tiene una misión y la va a cumplir más allá de los dolores personales. Este reconocimiento a estas mujeres es también como una mirada no especulativa; es al revés de darle el premio Nobel de la Paz a Barack Obama; es quebrar el paradigma de que poder es violencia o fuerza bruta.
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