08 Octubre 2011
ROSARIO.- La Justicia federal ordenó reabrir una investigación por un atentado explosivo contra un ómnibus policial registrado el 12 de septiembre de 1976 en Rosario, en el que resultaron muertos nueve efectivos y dos civiles y que habría llevado adelante la organización Montoneros.
La decisión la adoptó el juez federal Marcelo Martín Bailaque, en respuesta a una demanda presentada por Gabriel Amado Alfonso, hijo de Domingo Hipólito Alfonso, uno de los policías muertos en aquella explosión.
El abogado patrocinante Carlos Racamato destacó que "durante muchos años se trató de abrir la investigación, pero se rechazaba porque en teoría el caso está prescripto", por eso la solicitud apuntó a que este hecho sea declarado crimen de lesa humanidad.
El 12 de septiembre de 1976, un micro que transportaba a 32 policías sufrió un atentado explosivo. Según las crónicas, una bomba instalada en el interior de un automóvil estacionado fue detonada a distancia en el instante en que el ómnibus pasaba a su lado. La onda expansiva y las esquirlas causaron la muerte de nueve efectivos y heridas de diversa consideración a los restantes miembros de la comitiva. También fallecieron dos civiles que transitaban en su automóvil. Tres personas que circulaban por el lugar fueron heridas.
Si bien en su momento se abrió una investigación, y el Gobierno de facto de entonces ordenó la apertura de un Consejo de Guerra, nunca se supo quiénes fueron los responsables del atentado, que se atribuyó, mediante panfletos, la organización Montoneros. (NA)
La decisión la adoptó el juez federal Marcelo Martín Bailaque, en respuesta a una demanda presentada por Gabriel Amado Alfonso, hijo de Domingo Hipólito Alfonso, uno de los policías muertos en aquella explosión.
El abogado patrocinante Carlos Racamato destacó que "durante muchos años se trató de abrir la investigación, pero se rechazaba porque en teoría el caso está prescripto", por eso la solicitud apuntó a que este hecho sea declarado crimen de lesa humanidad.
El 12 de septiembre de 1976, un micro que transportaba a 32 policías sufrió un atentado explosivo. Según las crónicas, una bomba instalada en el interior de un automóvil estacionado fue detonada a distancia en el instante en que el ómnibus pasaba a su lado. La onda expansiva y las esquirlas causaron la muerte de nueve efectivos y heridas de diversa consideración a los restantes miembros de la comitiva. También fallecieron dos civiles que transitaban en su automóvil. Tres personas que circulaban por el lugar fueron heridas.
Si bien en su momento se abrió una investigación, y el Gobierno de facto de entonces ordenó la apertura de un Consejo de Guerra, nunca se supo quiénes fueron los responsables del atentado, que se atribuyó, mediante panfletos, la organización Montoneros. (NA)