Tan puntuales como ansiosos, los autoconvocados se encontraban sentados en una de las salas de reuniones del diario a las 16.28. Dos minutos más tarde, para redondear la asistencia con sincronización suiza, llegarían
Abraham Salame y
Fernando Santillán y serían presentados por el Secretario de Redacción de LA GACETA,
Federico Türpe. ¿Era un signo de cordialidad que se repetiría a lo largo de la charla? Nada que ver. Las chicanas volaron por encima de la mesa y aunque no se fue de las manos, hubo varias frases que despertaron la ira de algunos.
La mano se la dieron antes y después del debate. En el medio, algo de esto se dijeron. Mientras el presidente en ejercicio de San Martín contestaba enérgicamente uno de los reclamos,
Fernando Villecco lo interrumpió. "Bajá el tono de voz que acá no estamos gritando", le dijo. "¡A mí no me vas a venir a hacer callar!", respondió Salame. "¿Por qué no lo callás a tu amigo que interrumpe?", agregó.
Otro episodio en el que hubo que bajar los ánimos de golpe se produjo cuando le pidieron la renuncia explícita a la comisión directiva. Mientras, el titular "santo" argumentaba por qué no abandonaría su puesto y enumeraba los lugares en los que trabajó, como parte de una vasta experiencia,
Alfredo Luján le preguntó: "¿y en todos los trabajos fue electo sin lista opositora?". ¡Para qué! El presidente no se lo bancó, le dirigió la mirada y tiró una frase a la que le siguió un silencio. "Mirá que de Salame, sólo tengo el apellido", aclaró.
Cuando tomaba la palabra
Daniel Kristal, exasperaba al apoderado del club, Santillán. En repetidas veces este se quejó de las interrupciones.
Algo que llamó la atención fue que pese a bordearlo con diversos temas, nunca se nombró a
Rubén Ale, el presidente "santo", quien se encuentra de licencia mientras está detenido. Al que sí se nombró fue a
Emilio Luque. "No debería hacerlo pero muchas cosas se dicen de Luque, pero alguien que colabora desinteresadamente con el club es él", aseguró.