"Esta gente tiene tal perversión que no le importa vender personas o matar"

CÓRDOBA.- "No voy a negar que esto me angustió mucho. Ya viví una situación similar en Villa Unión, en La Rioja, hace unos años. Pero esta vez tengo mucho miedo, mucho dolor. De todas formas, tengo que sacar fuerzas de donde no tengo. Mi hija depende de mí para que se sepa la verdad. Si algo me sucede a mí, ¿quién la va a defender?"

Susana Trimarco rompió en llanto luego de recorrer las whiskerías donde podría estar enterrado el cuerpo de su hija, María de los Ángeles Verón. Aún así, no pierde las esperanzas de hallarla con vida. "Extraño todo de 'Marita'; no puedo vivir sin ella", dijo, en rueda de prensa.

- ¿Qué sensaciones le queda al salir a la ruta y ver que este tipo de locales aún existen?

- En Tucumán hago recorridos de noche, porque la Fundación asiste muchas chicas, y tratamos de fortalecerlas, cuidarlas y contenerlas para que no caigan en lo mismo. Hago recorridos con los abogados y los psicólogos, y nos paramos frente a los prostíbulos, que ya conocen la camioneta de la fundación. Yo los encaro, y les digo si no les da vergüenza estar en la puerta de un prostíbulo, donde se vive de la explotación de mujeres. Eso se tiene que terminar. Les quiero decir a todos los hombres que, mientras haya consumidores, habrá prostitución. Por favor, no vayan a esos lugares, por el amor de Dios, porque le quitan el dinero a su familia y enriquecen a estos delincuentes cada vez más.

- ¿Tiene confianza en el poder político?

- Yo no opino de la política, porque estoy apartada de ella. Sí recibimos colaboración desde el poder político, pero siempre separamos con una barrera. Cuando a mí me pasó esto con mi hija, descubrí para el enojo de muchos que esta gente no podría manejarse con impunidad sin el poder político, policial y judicial; aclaro que estoy hablando de mi provincia en ese momento, en 2002. "Marita" no está porque hubo complicidad de policías; hubo jueces destituidos; secretarios que vendían la información; un gobernador que metió la mafia de los Ale en Casa de Gobierno, como fue Julio Miranda. Entonces, ese es el mensaje que le di a la gente, porque fue lo que descubrí y lo digo con todas las palabras.

- Debe haber sido muy difícil para usted estar acá...

Así es. mi nieta Micaela ya tiene 12 años, y veíamos en televisión que buscaban el cuerpo de mi hija, fue tremendo. Pero mi nieta me dijo: "abuela, te quiero fuerte, no llorés, porque siento que mi mamá no está ahí, la vamos a encontrar viva". Eso le dijo su corazón.

- ¿Piensa que esta versión puede ser real?

- A esta altura de mi vida, con casi 10 años de lucha, todo puede ser. Esta gente tiene tal perversión que no le importa vender personas, matar, cambiar identidades, explotar mujeres, hacer cosas inhumanas. Pero yo deseo con todo mi corazón que no esté aquí.

- Su lucha tiene un impacto enorme...

- A mí me llegaron a tratar de loca y mentirosa, de que veía muchas películas, pero mientras fui buscando a mi hija encontré muchas cosas y no las callé, porque no iba a ser cómplice de ellos. Me amenazaron con llevármela a mi nieta, me quisieron atropellar dos veces en la calle, pero no van a congelarme con el miedo. El inmenso amor que siento por mi hija es mucho más grande que todo lo que pueden hacer. Aunque me maten no me voy a callar.