Por Leo Noli
20 Septiembre 2011
La noche del lunes 19 comienza a coquetear con su amiga madrugada. Tucumán está a oscuras, casi en silencio. El vértigo corre en off side; y está bien. Distinto es el panorama en Nueva Zelanda, la tarde ya es tarde allá y el día laboral está casi pasado de moda. Es momento de una suculenta merienda en la concentración Puma, ayer vestida de fiesta para recibir los 33 años de Julio Farías Cabello, un amigo, a decir verdad. "Flaco" es el objetivo, merece un saludo, también un abrazo, aunque el contacto físico deberá esperar hasta el regreso a casa.
"Feliz cumple, mostro", sale disparado el mensaje vía chat hacia la casilla del tercera línea. "Gracias, amigo, muchas gracias", responde de inmediato el gigante de Tucumán Rugby. No hace falta verlo en vivo para notar la felicidad que transmiten sus líneas. "Llegué a los 33, a la edad de Cristo", corrige ante el atrevimiento del cronista de tirarle un ¿34? "No, falta, falta", se queja con sorna el hombre a seguir por la prensa nacional en la previa al choque contra Escocia. Santiago Phelan esperaba por él, por su recuperación (fatiga muscular). "Por suerte, en la resonancia que me hice hoy (por ayer) salió todo bien. No tengo nada en el músculo. Estoy feliz", reconoce y entra a jugar con la exclusiva. Con la nota. "Esto es para vos, para nadie más, ja", se ríe y mueve la guinda. "Fue mi primer gran regalo de cumpleaños", salta en una pata el forward sabiendo que será titular el domingo.
Se viene, se viene. "No sabés lo que fue mi despertar", arranca, y hace una pausa dañina al segundo... Del otro lado del monitor se espera una bomba. "Amanecí con un video que me mandaron mis hijas. No sabés cómo lloré, boludo", detona la bomba Julio.
"Mientras lo veía, ellas me hablaban por Skype. Moquié como un tonto, y eso que yo no lloro ni a palos. Me pegó fuerte el videíto, je", acepta el Chabal criollo aplaudiendo la edición su hermana y, claro, a Valentina, Anna Sofía y María Joaquina, sus amores y actrices protagónicas de la escena.
"El video vino también con fotos, con fotos de la familia, de mi familia del rugby de todos estos años que pasaron", enumera al son de Recuerdos que no voy a olvidar, de Fito Páez. "Dejar, amar, llorar, el tiempo ayuda a olvidar", reza parte de la obra del cantante rosarino, aunque Julio difícilmente olvide esta experiencia, este regalo, este lunes que para él ya fue. Será un grato recuerdo, uno más a marcar a fuego en el arcón de sus recuerdos. "Fue todo muy lindo. Me quedé con los pelos de punta", dice y manda una hilera de "jajajajaja".
La charla se descarrila por el lado de las chanzas, de los amigos en común, de sacarles el cuero a unos cuantos, de meter al futuro en medio del presente. "Saludos a Yumbo", dice en código para el compadre que anda por estas tierras, y luego rompe la línea de tackle y llega al ingoal de los obsequios.
El Nº 1 tiene dueño: el video. El dos también: haberse recuperado de la lesión. Faltaba cubrir el tercer escalón del podio y de eso se encargaron sus compañeros de concentración.... "Todavía, a las 18.45 (hora ?kiwi?) no me dieron nada, pero calculo que a la noche sí. Siempre hacemos lo mismo", defiende al resto.
- Avisame qué embolsás así lo agregamos, ja.
- "Sí, sí, quedate tranquilo, te aviso más tarde...".
La tarde vino con luz y un dato a cuestas: "amigo, recibí un lindo perfume y una colonia para después de afeitar". Listo, podio resuelto...
Y si usted, amigo, pregunta cuál era el "futuro", Farías explica. "Los tres deseos".
- Todos a Escocia, imagino.
- Claaa, Ni hablar, los gasto a todos ahí.
"Feliz cumple, mostro", sale disparado el mensaje vía chat hacia la casilla del tercera línea. "Gracias, amigo, muchas gracias", responde de inmediato el gigante de Tucumán Rugby. No hace falta verlo en vivo para notar la felicidad que transmiten sus líneas. "Llegué a los 33, a la edad de Cristo", corrige ante el atrevimiento del cronista de tirarle un ¿34? "No, falta, falta", se queja con sorna el hombre a seguir por la prensa nacional en la previa al choque contra Escocia. Santiago Phelan esperaba por él, por su recuperación (fatiga muscular). "Por suerte, en la resonancia que me hice hoy (por ayer) salió todo bien. No tengo nada en el músculo. Estoy feliz", reconoce y entra a jugar con la exclusiva. Con la nota. "Esto es para vos, para nadie más, ja", se ríe y mueve la guinda. "Fue mi primer gran regalo de cumpleaños", salta en una pata el forward sabiendo que será titular el domingo.
Se viene, se viene. "No sabés lo que fue mi despertar", arranca, y hace una pausa dañina al segundo... Del otro lado del monitor se espera una bomba. "Amanecí con un video que me mandaron mis hijas. No sabés cómo lloré, boludo", detona la bomba Julio.
"Mientras lo veía, ellas me hablaban por Skype. Moquié como un tonto, y eso que yo no lloro ni a palos. Me pegó fuerte el videíto, je", acepta el Chabal criollo aplaudiendo la edición su hermana y, claro, a Valentina, Anna Sofía y María Joaquina, sus amores y actrices protagónicas de la escena.
"El video vino también con fotos, con fotos de la familia, de mi familia del rugby de todos estos años que pasaron", enumera al son de Recuerdos que no voy a olvidar, de Fito Páez. "Dejar, amar, llorar, el tiempo ayuda a olvidar", reza parte de la obra del cantante rosarino, aunque Julio difícilmente olvide esta experiencia, este regalo, este lunes que para él ya fue. Será un grato recuerdo, uno más a marcar a fuego en el arcón de sus recuerdos. "Fue todo muy lindo. Me quedé con los pelos de punta", dice y manda una hilera de "jajajajaja".
La charla se descarrila por el lado de las chanzas, de los amigos en común, de sacarles el cuero a unos cuantos, de meter al futuro en medio del presente. "Saludos a Yumbo", dice en código para el compadre que anda por estas tierras, y luego rompe la línea de tackle y llega al ingoal de los obsequios.
El Nº 1 tiene dueño: el video. El dos también: haberse recuperado de la lesión. Faltaba cubrir el tercer escalón del podio y de eso se encargaron sus compañeros de concentración.... "Todavía, a las 18.45 (hora ?kiwi?) no me dieron nada, pero calculo que a la noche sí. Siempre hacemos lo mismo", defiende al resto.
- Avisame qué embolsás así lo agregamos, ja.
- "Sí, sí, quedate tranquilo, te aviso más tarde...".
La tarde vino con luz y un dato a cuestas: "amigo, recibí un lindo perfume y una colonia para después de afeitar". Listo, podio resuelto...
Y si usted, amigo, pregunta cuál era el "futuro", Farías explica. "Los tres deseos".
- Todos a Escocia, imagino.
- Claaa, Ni hablar, los gasto a todos ahí.
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