13 Septiembre 2011
HERIDOS EVACUADOS. Los servicios médicos intervinieron rápidamente tras la explosión y auxiliaron a los cuatro lesionados, uno de gravedad. REUTERS
PARÍS.- El terror nuclear volvió a sacudir ayer al mundo. Seis meses después del desastre en los reactores japoneses de Fukushima, el alerta se disparó en toda Europa por el incendio en un complejo del sur de Francia, en el departamento del Gard, a unos 30 kilómetros de Aviñón, 80 kilómetros de la costa mediterránea y 230 kilómetros de la frontera con España.
Oficialmente, se informó de la explosión de un horno de tratamiento de desechos con distinto grado de radiactividad, lo que provocó al menos un muerto y cuatro heridos, uno de ellos grave, según la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) y la empresa pública Electricidad de Francia (EDF).
Si bien en un inicio se lanzó una advertencia por la posible fuga de elementos radioactivos o químicos, un vocero del Ministerio de Energía francés negó que se haya producido escape contaminante alguno: "no se produjeron emanaciones al exterior de la planta, ni se plantea problema radiológico o de acción de protección de la población". Inmediatamente se estableció un perímetro de seguridad alrededor del lugar y actuaron los bomberos, pero no se realizó la evacuación o el confinamiento de los empleados de la instalación.
La detonación tuvo lugar en la planta de gestión de residuos nucleares de la empresa Centraco, en Marcoule, cercana al centro de investigación nuclear. El sitio no alberga ningún reactor atómico, pero sí se almacenan desechos con niveles de radiactividad que van de bajos a muy altos, admitió la ASN. El organismo no explicó los motivos de la explosión, pero aclaró que estaba completamente contenida en el interior del horno donde se funde la basura producida por las usinas, y remarcó que se trata de "desechos metálicos (válvulas y herramientas) de baja o muy baja actividad".
Un portavoz de EDF puntualizó que fue un "accidente industrial, no un accidente nuclear". Tras la explosión, las acciones de la empresa cayeron hasta casi un 8% en la bolsa de París. Cerca de las 18, hora local, se dio por terminado el incidente, sin que se haya producido daño estructural en el edificio.
Alta dependencia
Francia es el país más dependiente de la energía nuclear del mundo, que aporta el 75% del total de consumo, y está llevando a cabo pruebas de resistencia en sus 58 reactores nucleares distribuidos en 19 complejos, tras el desastre ocurrido en Japón en marzo de este año.
La organización ecologista Greenpeace reclamó a las autoridades franceses "total e inmediata transparencia" sobre lo ocurrido ayer. "Es indispensable que la población local sea informada en tiempo real sobre la situación y los eventuales escapes radiactivos. Esto muestra una vez más que Francia no aprendió la lección de Fukushima", sostuvo Yannick Rousselet.
"No debemos perder nuestro sentido de la urgencia", declaró, a su vez, el presidente de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, al abrir horas antes en Viena una reunión en la que instó a los países a no bajar la guardia en materia de seguridad nuclear. (Especial-AFP-Reuters)
Oficialmente, se informó de la explosión de un horno de tratamiento de desechos con distinto grado de radiactividad, lo que provocó al menos un muerto y cuatro heridos, uno de ellos grave, según la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) y la empresa pública Electricidad de Francia (EDF).
Si bien en un inicio se lanzó una advertencia por la posible fuga de elementos radioactivos o químicos, un vocero del Ministerio de Energía francés negó que se haya producido escape contaminante alguno: "no se produjeron emanaciones al exterior de la planta, ni se plantea problema radiológico o de acción de protección de la población". Inmediatamente se estableció un perímetro de seguridad alrededor del lugar y actuaron los bomberos, pero no se realizó la evacuación o el confinamiento de los empleados de la instalación.
La detonación tuvo lugar en la planta de gestión de residuos nucleares de la empresa Centraco, en Marcoule, cercana al centro de investigación nuclear. El sitio no alberga ningún reactor atómico, pero sí se almacenan desechos con niveles de radiactividad que van de bajos a muy altos, admitió la ASN. El organismo no explicó los motivos de la explosión, pero aclaró que estaba completamente contenida en el interior del horno donde se funde la basura producida por las usinas, y remarcó que se trata de "desechos metálicos (válvulas y herramientas) de baja o muy baja actividad".
Un portavoz de EDF puntualizó que fue un "accidente industrial, no un accidente nuclear". Tras la explosión, las acciones de la empresa cayeron hasta casi un 8% en la bolsa de París. Cerca de las 18, hora local, se dio por terminado el incidente, sin que se haya producido daño estructural en el edificio.
Alta dependencia
Francia es el país más dependiente de la energía nuclear del mundo, que aporta el 75% del total de consumo, y está llevando a cabo pruebas de resistencia en sus 58 reactores nucleares distribuidos en 19 complejos, tras el desastre ocurrido en Japón en marzo de este año.
La organización ecologista Greenpeace reclamó a las autoridades franceses "total e inmediata transparencia" sobre lo ocurrido ayer. "Es indispensable que la población local sea informada en tiempo real sobre la situación y los eventuales escapes radiactivos. Esto muestra una vez más que Francia no aprendió la lección de Fukushima", sostuvo Yannick Rousselet.
"No debemos perder nuestro sentido de la urgencia", declaró, a su vez, el presidente de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, al abrir horas antes en Viena una reunión en la que instó a los países a no bajar la guardia en materia de seguridad nuclear. (Especial-AFP-Reuters)