El afecto es la columna vertebral del aprendizaje

El afecto es la columna vertebral del aprendizaje

Un nuevo edificio alberga a los chicos de nivel inicial del Barrio Echeverría. Una edad en la que la estimulación juega un rol clave

Micaela es una de las más pequeñitas. Cuando comenzó el jardín de cuatro llegaba sin haberse peinado ni lavado la carita. A los pocos días aprendió nuevos hábitos. Ahora se le ven los grandes ojos castaños, y el pelo cuidado, con el flequillo hacia el costado. Le cuesta reír, pero se adapta al grupo, y estira tres deditos de su mano derecha para responder a "¿cuántos añitos tienes?". Casi no habla, más bien se deleita escuchando los cuentos que relata su maestra Adriana. "A mí me gusta bailar", añade Sofía, mientras acomoda las piezas de un rompecabezas. Es la más parlanchina de la salita.

Raúl, en cambio se muestra serio, sentado en su sillita esperando una pregunta que al final le llega cerca de sus oídos: "¿qué es lo que más te gusta del jardín?" "Dibujar... y vos para qué estás aquí?", retruca sin cambiar la voz. Maida, Ezequiel y dos más se arriman al grupo luego de descubrir los flashes de la cámara fotográfica. Quieren saber más sobre la presencia de LA GACETA. Es que interrumpimos la rutina de los juegos y del baile. No están acostumbrados a que gente extraña visite sus salitas "naranja" (jardín de cinco), "verde" (de cuatro) y "celeste" (de tres años) que entre la mañana y la tarde acogen a unos 140 niños, la mayoría provenientes del barrio 128 Viviendas, conocido como Ciudad de Dios.

El nuevo edificio pintado de blanco con coloridos juegos ubicados a un costado, se levanta en un extenso predio sobre Ejército del Norte al 1.700. Se la bautizó Escuela de Nivel Inicial Salustiano Zavalía, mismo nombre de la primaria del Barrio Echeverría, pues de ahí provienen los niños de jardín de cinco. Es uno de los 13 edificios nuevos para jardines que se terminarán a lo largo de 2011. Cuatro de ellos ya están funcionando y otros dos se entregarán en poco tiempo. Para el año que viene se construirán 11 y para 2013, ocho más. En tres años Tucumán tendrá 32 escuelas que integrarán el nivel inicial.

Población vulnerable
"La idea es llegar a 2015 con la mayoría de niños de tres a cinco años dentro de las escuelas, priorizando los sectores de la población más vulnerable, son quienes más necesitan de la estimulación para la socialización y el desarrollo integral", adelantó la directora de Nivel Inicial, del Ministerio de Educación, Patricia Tauber. La funcionaria añadió que en muchas escuelas ya no se pueden construir más aulas, porque no hay espacios, y que la propuesta de Tucumán es hacer edificios independientes para integrar el nivel inicial. Estos establecimientos son financiados por el programa nacional "Más escuelas", y construidos bajo normas de máxima seguridad: portero electrónico, ventanas y puertas de acceso con doble cerramiento y cercas perimetrales. Las salas son espaciosas y el mobiliario es nuevo, al igual que los materiales didácticos, las bibliotecas y los recursos artísticos. "Entre los tres y cuatro años, todavía atraviesan cierta etapa de egocentrismo; la escuela debe ayudar a disminuir esas características poco a poco; el juego es el mejor recurso; desde el juego aprenden el respeto a los otros, el compañerismo, los hábitos y el orden", dice Adriana del Valle Padilla. La docente explicó que la mayoría de las familias de estos chicos están desintegradas. "Lo que les falta es atención y mucho afecto. Más que con una palabra, estos niños aprenden con tan sólo una caricia; el afecto es la columna vertebral del aprendizaje; por eso es tan importante que haya una política de contención educativa, como estas escuelas", dice la docente.

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