Cristian U aconsejó no creer que el reality lo soluciona todo

En la mayoría de las provincias, las convocatorias -virtual y presencial- para la próxima edición de Gran Hermano son como las de anteriores años: multitudinarias. Con proyectos más o menos pretenciosos, y con variadas tácticas, los postulantes ven en esa entrevista la chance más certera de cumplir un sueño, conseguir dinero, alcanzar la fama o las tres cosas juntas. Pero no es oro todo lo que reluce. Lo dice nada menos que el último ganador del reality, Cristian Urrizaga.

En una entrevista con LA GACETA, el rey de la estrategia hizo un balance de cómo cambió su vida, cuatro meses después de haber salido de la casa. "Entre las cosas buenas, tuve la posibilidad de manejar autos de la Top Race y de conocer a un ídolo como Martín Palermo. Otra escena curiosa que experimenté fue que Ricardo Fort me pusiera la mesa: fue un día que nos invitó a comer a mí y a Mari (su novia) para hablar de planes laborales y, pese a que cuenta con servicio doméstico, se ocupó él mismo de la comida. Le dije ?me estás jodiendo?... También me sorprendió que me llamaran artistas como Matías Alé y Jacobo Winograd sólo para saludarme", contó.

Pero hay un costado negativo, agregó. "Lo malo es que después de provocar tanta polémica tengo que seguir luchando por un puesto que tenga que ver con lo actoral, que es lo mío. Me gustaría trabajar en una serie o en una obra de teatro y aún no lo puedo conseguir", lamentó el ex paseador de perros. Aclaró que aunque le llegaron propuestas de trabajo tuvo que rechazarlas por el contrato que lo vincula con Telefe y que se extiende por dos años. "Si el canal entiende que le servís como figura tiene la exclusividad para representarte. Se porta muy bien, eso sí, con las promociones en boliches o con las visitas al interior", expresó.

Camino paralelo

Cristian realizó algunas sugerencias a los próximos participantes del programa. "Tienen que ser previsores y hacer su camino paralelo: abrir un quiosco, un almacén, lo que sea. Yo, por ejemplo, estoy instalando un local de indumentaria y, aparte, tengo un programa de radio en el que voy adquiriendo experiencia y haciendo contactos. Quién no te dice que el día de mañana me llamen de la Rock & Pop gracias a eso...", se ilusionó.

"Me tocó ver a muchos chicos que no tuvieron esto en cuenta y que debieron volver a sus antiguos trabajos; a veces, ni con eso contaban. Es muy duro para alguien que creyó que el reality lo solucionaba todo -enfatizó-. Hay que laburarla".