11 Septiembre 2011
DESTRUIDOS. Una feriante, angustiada, mira lo que el fuego devastó. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
Doña Ángela Paz llegó ayer a la mañana a la Feria de Simoca para vender dulces y licores en su puesto. Pero comenzó a llorar sin consuelo cuando vio que su rancho era uno de los 43 que quedó devastado por las llamas. El fuego comenzó cerca de las 4, y muchos vecinos afirman que fue iniciado por un grupo de vándalos que suele recorrer el pueblo en estado de ebriedad todas las noches. "No puedo creer la maldad de quien hizo esto", dijo doña Ángela. Los vecinos quedaron conmocionados por el siniestro. Se estima que la pérdida por los daños asciende a más de $ 645.000.
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