Una copiloto habría perdido el control del avión chileno

VALPARAISO, Chile.- La tragedia sacudió al pueblo chileno durante el primer fin de semana de septiembre por el avión militar que se estrelló con 21 personas a bordo. Mientras los rescatistas buscan nuevos cadáveres, la impotencia asomó por partida doble. Por un lado, por una eventual carencia de medidas de seguridad de la nave; por otro, por la falta de experiencia de Carolina Fernández, la copiloto de 26 años que habría perdido el control del avión al momento del accidente. Las primeras hipótesis indican que podría haber ocurrido algún error humano, informó el diario "La Nación".

El aeródromo del archipiélago Juan Fernández está situado a un extremo de la isla Robinson Crusoe y es considerado uno de los más peligrosos del mundo. Se encuentra en la cima de un gran formación rocosa y posee una pista de aterrizaje de 1.018 metros de largo por 18 de ancho. A los lados, sólo dos acantilados de 150 metros de altura, señaló "El Mundo".

Los pilotos experimentados que transitan habitualmente el aeródromo sostienen que maniobrar allí es muy difícil. Las condiciones climáticas -afirman- son impredecibles, cambian rápidamente, y las ráfagas de viento superan los 50 kilómetros por hora. Quizás alguno de esos factores impidieron que el CASA 212 de la Fuerza Aérea Chilena pudiera posarse sobre la pista y, después de dos intentos de aterrizaje, se estrelló violentamente contra el mar.

Al no tener un tráfico regular e intenso, el aeródromo no cuenta con torre de control, por lo que las comunicaciones de los aviones en sus inmediaciones se dan entre las propias aeronaves, para coordinar las maniobras de aproximación, despegue o aterrizaje. En el lugar tampoco existe un servicio meteorológico que pueda informar de forma precisa acerca de las condiciones actuales.

Ayer, el Gobierno chileno confirmó el hallazgo de restos humanos. Estos se unen a los cuatro cadáveres que fueron encontrados el sábado de un total de 21 pasajeros que el viernes volaban en una aeronave militar rumbo a la isla Robinson Crusoe, a 700 km del continente. (Especial)