La mayoría de las multas se labran después de las 22

Los ruidos molestos se producen siempre en las narices de los policías de la Patrulla Urbana y de los inspectores de tránsito. En ningún momento, según constatamos durante el recorrido realizado por el centro, hubo actuación alguna por parte de ellos. Afirmaron que no era esa la misión que les habían encomendado.

En la capital hay una ordenanza sobre ruidos molestos. El tema es que considera a los sonidos perjudiciales después de las 22. El mayor trabajo para los inspectores se produce por las noches. Reciben muchísimas denuncias (unas 200 por mes) sobre música a alto volumen; en especial, provenientes de casas. Como los jóvenes cambiaron sus hábitos y suelen juntarse en los afters, los ruidos despiertan la indignación de los vecinos. "La norma sí fija límites para los motores de vehículos. Pero establece que quienes deben controlar eso son los inspectores de tránsito", aclaran Marcelo Barrionuevo y Oscar Salomón, supervisores de la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental (Dipsa).

Las mediciones que realizan se hacen sobre una base 30 dB de sonido ambiental. Si a esa medida se le suman más de 20 dB, quien está emitiendo esos sonidos desde un inmueble es multado con penas que van de $ 150 a $ 400. Los supervisores comentaron que esos topes están desactualizados, ya que creció mucho el nivel de ruido urbano. Hay una propuesta de elevar el límite de ruidos molestos de 50 dB a 70 dB.