Un distinguido escritor

Un distinguido escritor

La obra de Alberto Córdoba y el campo tucumano

ALBERTO CÓRDOBA. Sus cuentos y novelas hablaron del habitante de nuestros cerros, valles y  llanuras. ALBERTO CÓRDOBA. Sus cuentos y novelas hablaron del habitante de nuestros cerros, valles y llanuras.
Un distinguido escritor fue Alberto Córdoba y su trayectoria merece sin duda un recuerdo. Puede llamárselo tucumano, porque su progenitor Nolasco Córdoba (hermano del célebre gobernador Lucas) lo era y aquí residía. Alberto nació accidentalmente en Buenos Aires, en 1891.
Se educó entre nosotros, en el Colegio Sagrado Corazón y en el Nacional, de donde egresó bachiller. Partió a estudiar Derecho a Buenos Aires. Nunca se recibió y en cambio se dedicó a su vocación de escritor, a la vez que trabajaba en la Caja Nacional Ferroviaria. De esa experiencia salió un trabajo histórico y doctrinario, "La Previsión Social".
Publicó, en "La Nación" y "La Prensa", cuentos que agrupó en "Burlas y veras" (1935). Su novela "Don Silenio" es de 1936, y en 1939 editó "Medallones de mi tierra", con  leyendas, estampas y cuentos. El mismo año publicó "La vidala", prosa y verso. Sobre esa obra Enrique Mario Casella compondría la ópera homónima, que logró en 1942 el Premio Nacional de Música. En 1941 vino "Cuentos de la montaña" y en 1942 una novela, "Rumbo al norte", además del folleto "Poema semibárbaro de la cosecha y la zafra". Su última novela fue "La Malhoja", editada en 1952. Falleció en Buenos Aires, el 17 de agosto de 1964.
En su biografía y antología "Alberto Córdoba", de 1967, Walter Guido Weyland expresa que Córdoba "incorporó a la literatura nacional una temática virtualmente inédita: la vida del habitante de los cerros, valles y llanuras tucumanas que, antes que él, sólo de manera ocasional y aparente había incitado a alguno que otro escritor de costumbres".

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