El silencio se adueñó del hostal en el que se alojaron las turistas francesas

El silencio se adueñó del hostal en el que se alojaron las turistas francesas

El hospedaje Del Cerro, ubicado en la capital salteña, está cerrado y no hay movimiento de empleados ni de visitantes.

LA GACETA / FOTO DE MIGUEL VELARDEZ-VIA BLACKBERRY LA GACETA / FOTO DE MIGUEL VELARDEZ-VIA BLACKBERRY
SALTA (Miguel Velárdez, enviado especial).- Sobre la calle Santa Fe al 400, frente al parque San Martín, el hostal Del Cerro, donde se alojaban las turistas francesas Houria Moumni y Casandre Bouvier, hoy amaneció cerrado. La luz tenue de una lámpara todavía sigue encendida en la recepción, pero adentro no hay movimiento, ni de empleados, ni de turistas. Se trata de un modesto edificio con techos de teja y ventanal con vista al parque.

Los vecinos de la zona, sorprendidos, dicen que se enteraron del caso por los medios de prensa. "Tienen que agarrar a los culpables. Si yo fuera el padre de las chicas vengo dispuesto a vengarme, porque es tremendo lo que hicieron", afirmo Alejandro, un padre de familia que atiende su negocio de comestibles a 10 metros del hospedaje.

Las francesas, que estudiaban en el Instituto de Altos Estudios de América Latina (IHEAL), de la universidad de la Sorbona (Paris III), fueron vistas por última vez en el hostal el 15 de julio, fecha que figura el ticket de la senda privada El Mirador, que poseía una de las jóvenes. En ese predio, el viernes, fueron halladas sin vida las turistas.

Los hechos
El viernes, las jóvenes fueron halladas en la Quebrada de San Lorenzo, un lugar visitado por muchos turistas. Allí, fueron encontrados dos proyectiles que, al parecer, habrían sido los que acabaron con la vida de Houria. Una de las hipótesis indica que ambas podrían haber sido secuestradas en otro sitio y ultimadas en ese paseo.

Según la prensa salteña, la investigación indica que Bouvier registraba signos de abuso sexual y una fractura de cadera. Su amiga, tenía en uno de los puños cerrados el mechón de pelo que es analizado y que podría pertenecer al agresor.

Se sospecha que Houria habría visto cómo violaban a su compañera y la ultimaban de un disparo; luego, habría logrado correr algunos metros, pero los homicidas fueron más rápidos y le dispararon por la espalda. LA GACETA ©

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