"Sólo con una computadora podés pensar una industria"

"Sólo con una computadora podés pensar una industria"

Matías Alejo García es ingeniero nuclear y creador de Confronte y de Cinemaki. Al primer sitio se lo vendió al grupo Clarín y al segundo lo dirige desde Tucumán. Esta página web de recomendaciones personalizadas de películas opera en México, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú y Venezuela, y recibe 1,3 millón de visitas mensuales. Las claves del éxito

LA GACETA / EZEQUIEL LAZARTE LA GACETA / EZEQUIEL LAZARTE
28 Julio 2011
La mesa de la oficina es cuadrada. Sobre ella hay termos, mates, paquetes de galletitas surtidas, anotadores, dos muñequitos de peluche de Angry Birds, paletas de pádel y notebooks. A su alrededor, cinco personas (falta uno de los seis miembros del equipo, cuyos integrantes tienen un promedio de 30 años) trabajan mientras de fondo suena una melodía de música clásica. "Creo que es Chopin", se anima uno de ellos. A simple vista, dan la impresión de ser un puñado de universitarios entretenidos con algún juego en red durante un parate en el estudio. Todo lo contrario: se trata del corazón de una empresa con sede en Tucumán y que opera en México, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela y Perú.

Matías Alejo García (@ematiu) levanta su 1,96 metro de altura y cuando se le pregunta cuánto mide recuerda: "jugué en la selección tucumana de básquet". Lo dice como si este fuese uno de los logros más importantes de sus 36 años . En realidad, es simplemente un detalle si se lo compara con los otros: es ingeniero nuclear, junto a un amigo creó Confronte.com.ar (un sitio de comparación de precios de productos), se lo vendió a una cifra millonaria al grupo Clarín y luego desarrolló www.cinemaki.com.ar (recomendaciones personalizadas de películas), empresa que actualmente dirige.

Vestido con jeans, zapatillas blancas, chomba azul y campera negra, Matías habla con desenvoltura y sus palabras transmiten esperanza: dice que es posible iniciar un emprendimiento con apenas algo más que una computadora -y mucha capacitación, obvio-, y que desde Tucumán se puede trabajar hacia el mundo.

- ¿Por qué una empresa como la tuya puede funcionar con éxito en Tucumán?

- Por un lado, vos podés pensar una industria prácticamente sólo con una computadora; casi no necesitás bienes de capital. Por el otro, en Tucumán hay cuatro universidades y muchísima gente capacitada. De hecho, muchos ingenieros se terminan yendo a Buenos Aires porque acá no encuentran trabajo. Entonces, tenemos mucha suerte. Obviamente, esto no es extrapolable a otras industrias. Pero existe la esperanza, porque no necesitás casi nada más que la computadora y tenés un montón de gente capacitada. El equipo que armé en Tucumán es el mejor con el que trabajé.

Para reforzar el último concepto, "Lungo" -como lo llaman sus ex compañeros del Gymnasium- recuerda que durante las reuniones que mantuvo en Silicon Valley (la cuna mundial de la innovación tecnológica), durante la segunda ronda de inversores para Cinemaki, sus interlocutores se sorprendieron de que con sólo seis personas logre 1,3 millón de visitas mensuales.

- En la industria en la que trabajás es normal que alguien desarrolle un producto y lo venda. Vos viviste esa experiencia con Confronte. ¿Ese es siempre el objetivo?

- Uno debería crear una empresa sin pensar en venderla. De hecho, me gustaría seguir haciendo lo mismo dentro de 10 años. Pero en esta industria los cambios se dan a mucha velocidad y, a veces, la burocracia de las grandes empresas les impide realizarlos. Por ejemplo, Clarín: generó muchos sitios web y no funcionaron.

- ¿Tuvieron dificultades al instalarse en Tucumán?

- Algo sufrimos: estuvimos 70 días para que nos conecten Internet y ahora, con los problemas en las importaciones, a veces se nos complica conseguir las notebooks que necesitamos. Pero son detalles mínimos. Lo que está claro es que, desde acá, vos podés trabajar de una manera global. Cuando nos instalamos, con Juan (Ladetto, jefe de tecnología de Cinemaki, @gringotuc) dijimos que hay que pensar en la oportunidad que brinda Tucumán para vender para afuera, para hacer algo global; hay ventajas en costos y en recursos humanos.

- ¿Cuál es el mejor negocio que se puede realizar ahora?

- Las oportunidades están en lo que tenga que ver con los mobile. Por ejemplo, cuando yo era chico podía pasarme tres noches programando y crear juegos tan buenos como los que había en ese momento, que eran básicos. Obviamente, eso cambió y ahora es imposible, debido a su complejidad. Pero hoy yo puedo pasarme tres noches sin dormir y crear aplicaciones buenísimas. Ahí está la oportunidad. Porque después eso va a cambiar y ya no va a ser tan sencillo hacerlo.

- La modalidad de trabajo de Cinemaki es muy diferente a la de la mayor parte de las empresas...

- El conjunto de reglas típico no existe, porque nos propusimos no usar métodos que sean de acá. Vos viste la oficina, que es bien informal. Por ejemplo, hacemos la Empanada Tech Co cada dos viernes: uno expone sobre algún tema de tecnología y viene gente de otras empresas de software; cada vez somos más. El objetivo es comunicar y estar al tanto de las últimas tendencias. También tenemos los Tres Malditos Días: cualquiera de nosotros puede tomarse miércoles, jueves y viernes para trabajar en cualquier proyecto que pueda ayudar a Cinemaki. Así surgió la aplicación para Android y, después, la de iPhone. Podemos hacer esto porque hay cierto grado de capacitación y de compromiso. Si uno predica que lo que está buscando es compromiso, no te puedo pedir, además, que estés todos los días a las 9 en la oficina.

- ¿Te gusta el cine o creaste Cinemaki por la oportunidad que se te presentó?

- Me gusta. Y me gusta mucho más la idea de la personalización. El crítico de cine genérico quizás es un poco irrelevante para el público en general, porque cada uno tiene gustos distintos. Cinemaki es diferente para cada persona: si te gustan las películas de Francella, te pone las de Francella. Y si te gusta el cine holandés, te pone las del cine holandés.

- Y como consumidor de cine, ¿estás conforme con el producto que desarrollaste?

- Siempre hay cosas que mejorar; es fundamental ver siempre el defecto y estar siempre quejándose, pero creo que hemos hecho algo bueno.

Matías cuenta con naturalidad que, en un rato, el staff de Cinemaki se irá a jugar al pádel, una práctica que están tratando de hacer habitual. Pero antes hace una advertencia: "sería buenísimo que alguien se dé cuenta de que esta es una industria que hay que incentivar en Tucumán. Por ejemplo, en Chile se hacen concursos y te dan un año de oficina, beneficios impositivos y algo de dinero para empezar. Acá hay muchísima gente capacitada y con unos cuantos incentivos para la industria del software podés saltar todos los obstáculos".

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