25 Julio 2011
En tiempos de bolsillos que adelgazan al ritmo de la inflación, los consumidores han encontrado en los cupones de descuento una manera de sacar ventaja y de comprar más barato. Esta tendencia, que a partir de 2010 fue creciendo en el país, ya ha sido bautizada como cuponmanía (o su versión en inglés: couponing).
Según algunos estudios, las "reinas" de las cuponeras son las mujeres, especialmente las amas de casa que ya tienen perfectamente estudiado en qué productos pueden ahorrar la mayor cantidad de pesos. En Argentina hay más de 30 páginas que ofrecen descuentos de hasta un 90%. Los rubros son variados: indumentaria, viajes, tecnología, accesorios, sesiones de belleza, delivery de comida, cine y teatro.
El portal ciudadmarket, una web de compras on line española, publicó un informe que señala que el 47% de las mujeres que navegan en Internet lo hacen en busca de cupones de ahorro. Además, el 35% de ellas recomienda marcas y productos por medio de las redes sociales, mucho más que los varones (28%). Ahora se explica por qué las publicidades de productos y servicios que se ofrecen por la web están más orientadas al público femenino, especialmente a la porción que va desde los 24 a los 34 años, según precisó el mismo estudio.
Eso no es todo. Una encuesta de The Gender Group afirma que 8 de cada 10 madres usan los descuentos y aprovechan las promociones para comprar. De ese mismo estudio se desprende que el 88% de las mujeres que han sido madres resignan hacer compras para ellas para gastar en sus hijos. Si se dan un gusto es cupón de descuento o promoción de por medio.
¿Y por casa?
En Tucumán, la oferta de cupones on line para comercios de la provincia es casi nulo, salvo algunos supermercados que ofrecen a los beneficiarios de su tarjeta varios descuentos entre el 10 y el 20%.
Pero en las web que promocionan estos descuentos se puede acceder a ofertas nacionales. Las más tentadores son los viajes. Los descuentos son de hasta un 80%. Por ejemplo, dos días en una hostería en los Esteros del Iberá, en Corrientes, cuesta por persona $2.536, con desayuno y una excursión. Pero si se lo contrata por medio de esa web el descuento es de un 70%, o sea que cada pasajero solo paga $760. Lo mismo se puede hacer con la indumentaria o la tecnología, claro que hay que sumarle los gastos de envío al interior (en las páginas lo especifican). Sin embargo, cada día las ofertas se renuevan y hay algunas que superando cierto monto bonifican el envío.
Las formas de pago son básicamente dos: con tarjeta de crédito o por medio de un centro de pago. En la mayoría hay que suscribirse y, eso sí, prepararse para que la casilla se llene de ofertas diariamente.
Lo más barato
Ya sea con cupones de ahorro, con descuentos que ofrecen las tarjetas de crédito o débito o esperando las liquidaciones, lo cierto es que ya nadie quiere comprar sin alguno de estos beneficios. "Ya está instaurada una cultura de lo más barato. La gente no está dispuesta a pagar el precio que se pide. También hay una expectativa en el uso del dinero que puede proyectarse, porque puedo suponer que en dos semanas eso que me gusta estará más barato", explica Mariela Martin, especialista en marketing.
Hay comercios minoristas -explica Martin- que hasta dividieron el local en dos: de un lado los productos en oferta y del otro los que no. "Existe una gimnasia de la promoción continua", agrega. Otro fenómeno es el de los outlet, que lejos de ofrecer mercadería de inferior calidad ahora son locales inmensos en los que conviven productos de varias temporadas.
Según algunos estudios, las "reinas" de las cuponeras son las mujeres, especialmente las amas de casa que ya tienen perfectamente estudiado en qué productos pueden ahorrar la mayor cantidad de pesos. En Argentina hay más de 30 páginas que ofrecen descuentos de hasta un 90%. Los rubros son variados: indumentaria, viajes, tecnología, accesorios, sesiones de belleza, delivery de comida, cine y teatro.
El portal ciudadmarket, una web de compras on line española, publicó un informe que señala que el 47% de las mujeres que navegan en Internet lo hacen en busca de cupones de ahorro. Además, el 35% de ellas recomienda marcas y productos por medio de las redes sociales, mucho más que los varones (28%). Ahora se explica por qué las publicidades de productos y servicios que se ofrecen por la web están más orientadas al público femenino, especialmente a la porción que va desde los 24 a los 34 años, según precisó el mismo estudio.
Eso no es todo. Una encuesta de The Gender Group afirma que 8 de cada 10 madres usan los descuentos y aprovechan las promociones para comprar. De ese mismo estudio se desprende que el 88% de las mujeres que han sido madres resignan hacer compras para ellas para gastar en sus hijos. Si se dan un gusto es cupón de descuento o promoción de por medio.
¿Y por casa?
En Tucumán, la oferta de cupones on line para comercios de la provincia es casi nulo, salvo algunos supermercados que ofrecen a los beneficiarios de su tarjeta varios descuentos entre el 10 y el 20%.
Pero en las web que promocionan estos descuentos se puede acceder a ofertas nacionales. Las más tentadores son los viajes. Los descuentos son de hasta un 80%. Por ejemplo, dos días en una hostería en los Esteros del Iberá, en Corrientes, cuesta por persona $2.536, con desayuno y una excursión. Pero si se lo contrata por medio de esa web el descuento es de un 70%, o sea que cada pasajero solo paga $760. Lo mismo se puede hacer con la indumentaria o la tecnología, claro que hay que sumarle los gastos de envío al interior (en las páginas lo especifican). Sin embargo, cada día las ofertas se renuevan y hay algunas que superando cierto monto bonifican el envío.
Las formas de pago son básicamente dos: con tarjeta de crédito o por medio de un centro de pago. En la mayoría hay que suscribirse y, eso sí, prepararse para que la casilla se llene de ofertas diariamente.
Lo más barato
Ya sea con cupones de ahorro, con descuentos que ofrecen las tarjetas de crédito o débito o esperando las liquidaciones, lo cierto es que ya nadie quiere comprar sin alguno de estos beneficios. "Ya está instaurada una cultura de lo más barato. La gente no está dispuesta a pagar el precio que se pide. También hay una expectativa en el uso del dinero que puede proyectarse, porque puedo suponer que en dos semanas eso que me gusta estará más barato", explica Mariela Martin, especialista en marketing.
Hay comercios minoristas -explica Martin- que hasta dividieron el local en dos: de un lado los productos en oferta y del otro los que no. "Existe una gimnasia de la promoción continua", agrega. Otro fenómeno es el de los outlet, que lejos de ofrecer mercadería de inferior calidad ahora son locales inmensos en los que conviven productos de varias temporadas.
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