24 Julio 2011
En enero de 2002, durante una de las más profundas crisis financieras de la Argentina, Eduardo Duhalde trató de restablecer la confianza de los ciudadanos con una frase que también tuvo la moneda estadounidense como protagonista. "Al que depositó en dólares, le devolveremos dólares". La promesa no pudo cumplirse.
A los pocos días de aquel mensaje, Duhalde tuvo que admitir que no podía devolver los ahorros ni los depósitos bancarios en la moneda en la que habían sido pactados porque los dólares no estaban.
No obstante, aseguró que se iba a mantener el valor adquisitivo del dinero que la gente había dejado en el sistema financiero. "Hace dos meses emitíamos dólares. Un peso era un dólar. Ahora esos billetes no están", explicó Duhalde en ese momento. El dólar volvió a jugarles una mala pasada a los funcionarios de turno, en un país que -en crisis o en expansión- con fuerte apego a la divisa estadounidense.
A los pocos días de aquel mensaje, Duhalde tuvo que admitir que no podía devolver los ahorros ni los depósitos bancarios en la moneda en la que habían sido pactados porque los dólares no estaban.
No obstante, aseguró que se iba a mantener el valor adquisitivo del dinero que la gente había dejado en el sistema financiero. "Hace dos meses emitíamos dólares. Un peso era un dólar. Ahora esos billetes no están", explicó Duhalde en ese momento. El dólar volvió a jugarles una mala pasada a los funcionarios de turno, en un país que -en crisis o en expansión- con fuerte apego a la divisa estadounidense.
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