Por Nora Jabif
17 Julio 2011
Con la contienda de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que arranca el 14 de agosto, comienza para los tucumanos un ciclo de visitas frecuentes al cuarto oscuro, que continuará el 28 de agosto, con los comicios provinciales, y culminará el 23 de octubre, cuando los argentinos elijan Presidente, vice y representantes en el Parlamento. Los dos expertos cuyas opiniones aparecen reflejadas en esta página (una especialista del Cippec y un abogado de la Universidad Austral) coinciden en un punto: el costado novedoso de la reforma electoral en marcha en la Argentina. También concuerdan en que las virtudes o defectos de la reforma planteada en la ley 26.571 sólo se podrán evaluar a largo plazo; y que las bondades o vicios de esos resultados no serán producto de la ley, en sí, sino de quienes tengan la responsabilidad de su ejecución. Sobre la implementación de las PASO en Tucumán, ese sistema electoral ha dividido las aguas en la dirigencia tucumana: para algunos, es una saludable instancia participativa; para otros, es proscriptiva, porque su representatividad depende del 1.5% de los votos válidos emitidos en la contienda del 14 agosto. Lo que queda claro es que la estrella de las PASO en Tucumán es la interna radical: ese día se transparentará el nuevo mapa de liderazgos en la UCR tucumana. Ahí se verá si gana "la tradición"; o si a los votos se los llevan finalmente aquellos que, desde sus espacios de poder en la Universidad o en la Legislatura, tienen aquello de lo que la política teórica abjura, y a lo que la política real no se puede sustraer: un "aparato" para mostrar.
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