16 Julio 2011
DEFINICIÓN. "Siempre fui peronista", aseguró el actor y director.
Imposible conversar con él sin que su posicionamiento sobre la realidad política se cruce en cada diálogo, en cada palabra. Será porque cree que los artistas no están únicamente para los escenarios de la avenida Corrientes, sino para comprometerse. Porque, lo asegura sin dudar, Víctor Laplace, siempre fue peronista. Así, no resulta extraño que, casi en primicia, le cuente a LA GACETA que está preparando una nueva película: "Puerta de Hierro", en etapa de preproducción, que comenzará a rodarse en septiembre.
"El filme empieza con el bombardeo en Plaza de Mayo y recorre todo el periplo de Perón hasta que se instala en Puerta de Hierro (en Madrid). Perón recibió a todos allí y no excluyó a nadie. Puerta de Hierro es un lugar de residencia y resistencia", precisa Laplace ante una pregunta, y añade que trata de mostrar un Perón íntimo, con el sueño siempre presente de volver a la patria.
Laplace participó en un poco más de 80 películas. También es director (empezó en 1999 con "El mar de Lucas" y continuó con "La mina"). Esta noche presentará el documental que codirigió con Fernando Spiner: "Angelelli, la palabra viva". Es una evocación del obispo muerto en 1976, presuntamente asesinado por un grupo paramilitar, según da cuenta el comunicado oficial del Ente Cultural. El trabajo tiene como punto de partida un viaje que Laplace emprendió a La Rioja 30 años después de la muerte del religioso, con la necesidad de encontrar respuestas a inquietudes puntuales. "Era un cura tercermundista, que tenía un oído en el evangelio y el otro en el pueblo. Trato de demostrar, con testimonios, que su muerte no fue un accidente sino un atentado, aunque nunca se hallaron los culpables", sostiene.
- Es inevitable que le pregunte sobre los dichos de Fito Páez. ¿Qué le produjeron?
- No creo que uno deba estar discutiendo sobre lo que dice un artista, me parece sospechoso, incluso, que sea tema de discusión. Puede o no ser un exabrupto, según cómo se lo vea. Hay personajes como Carrió que desparraman 200 kilos de odio y no se le da tanta atención. Yo tengo opinión, pero la digo con cautela, porque creo que no se debe apostar a la exasperación. Finalmente, los artistas también tienen su corazón y también su pasión.
- Siempre lo social...
- Bueno, el cine que me representa tiene que ver con eso, con mirar las piedras preciosas que tenemos aquí y no afuera. Porque el país siempre pasó la vida mirando a Europa y Estados Unidos. Cuando era chico era obrero metalúrgico en Tandil, y desde entonces no puede evitar mantener esa posición. Trato de hacer un cine para la gente, no a espaldas de ella. Que entretenga, que haga pensar y que conmueva el corazón.
"El filme empieza con el bombardeo en Plaza de Mayo y recorre todo el periplo de Perón hasta que se instala en Puerta de Hierro (en Madrid). Perón recibió a todos allí y no excluyó a nadie. Puerta de Hierro es un lugar de residencia y resistencia", precisa Laplace ante una pregunta, y añade que trata de mostrar un Perón íntimo, con el sueño siempre presente de volver a la patria.
Laplace participó en un poco más de 80 películas. También es director (empezó en 1999 con "El mar de Lucas" y continuó con "La mina"). Esta noche presentará el documental que codirigió con Fernando Spiner: "Angelelli, la palabra viva". Es una evocación del obispo muerto en 1976, presuntamente asesinado por un grupo paramilitar, según da cuenta el comunicado oficial del Ente Cultural. El trabajo tiene como punto de partida un viaje que Laplace emprendió a La Rioja 30 años después de la muerte del religioso, con la necesidad de encontrar respuestas a inquietudes puntuales. "Era un cura tercermundista, que tenía un oído en el evangelio y el otro en el pueblo. Trato de demostrar, con testimonios, que su muerte no fue un accidente sino un atentado, aunque nunca se hallaron los culpables", sostiene.
- Es inevitable que le pregunte sobre los dichos de Fito Páez. ¿Qué le produjeron?
- No creo que uno deba estar discutiendo sobre lo que dice un artista, me parece sospechoso, incluso, que sea tema de discusión. Puede o no ser un exabrupto, según cómo se lo vea. Hay personajes como Carrió que desparraman 200 kilos de odio y no se le da tanta atención. Yo tengo opinión, pero la digo con cautela, porque creo que no se debe apostar a la exasperación. Finalmente, los artistas también tienen su corazón y también su pasión.
- Siempre lo social...
- Bueno, el cine que me representa tiene que ver con eso, con mirar las piedras preciosas que tenemos aquí y no afuera. Porque el país siempre pasó la vida mirando a Europa y Estados Unidos. Cuando era chico era obrero metalúrgico en Tandil, y desde entonces no puede evitar mantener esa posición. Trato de hacer un cine para la gente, no a espaldas de ella. Que entretenga, que haga pensar y que conmueva el corazón.
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