Por Carlos Páez de la Torre H
15 Julio 2011
EN BUENOS AIRES, 1912. Desde la izquierda, en primera fila, Manuel A. Montes de Oca, el ministro Adolfo Mujica y el director de la Defensa Agrícola, Julio López Mañán.
Van corriendo 99 años desde que apareció, en 1912, el libro "Tucumán antiguo. Anotaciones y documentos", de Julio López Mañán. Este talentoso abogado y hombre público tucumano, nacido en 1878 y fallecido en 1922, estaba en esa época al frente de la Defensa Agrícola Nacional. Antes, había sido legislador, ministro de Gobierno y diputado nacional.
El tomo compiló artículos en su mayoría aparecidos en la "Revista de Letras y Ciencias Sociales", publicación de la que era redactor, con Juan B. Terán, y que dirigía Ricardo Jaimes Freyre. Se trataba de muy valioso material. "Apuntes sobre el Derecho de Tucumán de 1830 a 1840"; "El patriotismo y el baile"; "Del Tucumán en 1801"; "Juríes, diaguitas y lules", se titulan algunos capítulos. Había dos textos sobre procesos criminales del siglo XVII ("La prueba testimonial en la superchería" y "El suplicio de una hechicera"). En "Centenario de 1816 (el 'número' de Tucumán)", proponía visionariamente celebrar el siglo de la Independencia disponiendo una gran reserva forestal en el cerro.
El tomo es revelador de las condiciones de historiador, de sociólogo y de jurista de López Mañán: las aplicó a distintos momentos y situaciones del pasado local, con una asombrosa penetración.
En 1971, la UNT hizo una segunda edición aumentada, para la "Colección del Sesquicentenario": tuve el honor de confeccionar la "Noticia biográfica" que la abría. Hace mucho ya que se agotaron tanto esa edición como la primera. Sería hora de encarar una tercera. Es un trabajo de autor tucumano de saliente interés para los estudiosos y para el gran público.
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