14 Julio 2011
MONITOREO. Los pilotos de uno de los helicópteros hicieron base en Alpachiri. ARCHIVO LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
La Justicia podría someter a un careo al guía Pablo Zelaya, quien estaba junto al andinista extraviado Alejandro Sorondo cuando los sorprendió una tormenta a 5.840 metros de altura, en la cumbre de Las Dos Lagunas, en los nevados del Aconquija. De acuerdo a fuentes oficiales, no coincidirían las versiones que dio a un motociclista que lo auxilió, con la que dio luego a la Policía, hace una semana, cuando descendió malherido para pedir ayuda.
Esta persona habría encontrado a Zelaya en la ruta nacional 65 -que une Concepción con Las Estancias, en Catamarca- lo auxilió y lo llevó hasta la comisaría de Alpachiri. Este hombre habría escuchado una versión de los hechos que no coincidiría con la dada en forma oficial por Zelaya.
Según el guía, una tormenta de viento los sorprendió a unos 5.200 metros de altura, cuando ya habían acampado. "Todo sucedió en segundos. El viento se tornó violento y yo me desesperé por sujetarme a cualquier cosa, porque su fuerza me llevaba. Sentí un fuerte golpe en la cabeza y perdí el conocimiento. Cuando desperté no había nadie. No encontré a Alejandro. Confundido por el golpe comencé a bajar", contó en la comisaría. El accionar de la Justicia obedece a las dudas que planteó la novia de Sorondo, María Noel.
Ayer, Zelaya prestó declaración ante el fiscal de Feria del Centro Judicial Concepción, Edgardo Sánchez. Esta última versión de los hechos sería cruzada con la dada en la Policía y con la que escuchó el motociclista. Debido a algunas dudas que surgieron en la investigación, el guía sería sometido a un careo con este último. LA GACETA ©
Esta persona habría encontrado a Zelaya en la ruta nacional 65 -que une Concepción con Las Estancias, en Catamarca- lo auxilió y lo llevó hasta la comisaría de Alpachiri. Este hombre habría escuchado una versión de los hechos que no coincidiría con la dada en forma oficial por Zelaya.
Según el guía, una tormenta de viento los sorprendió a unos 5.200 metros de altura, cuando ya habían acampado. "Todo sucedió en segundos. El viento se tornó violento y yo me desesperé por sujetarme a cualquier cosa, porque su fuerza me llevaba. Sentí un fuerte golpe en la cabeza y perdí el conocimiento. Cuando desperté no había nadie. No encontré a Alejandro. Confundido por el golpe comencé a bajar", contó en la comisaría. El accionar de la Justicia obedece a las dudas que planteó la novia de Sorondo, María Noel.
Ayer, Zelaya prestó declaración ante el fiscal de Feria del Centro Judicial Concepción, Edgardo Sánchez. Esta última versión de los hechos sería cruzada con la dada en la Policía y con la que escuchó el motociclista. Debido a algunas dudas que surgieron en la investigación, el guía sería sometido a un careo con este último. LA GACETA ©
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