07 Julio 2011
REUTER
Una impresionante pared de arena de 95 kilómetros de ancho, que se desplazó a unos 100 kilómetros por hora, envolvió por completo a la ciudad de Phoenix y a los pueblos aledaños en el suroeste de Estados Unidos, sumiéndola en una oscuridad casi total, derribando postes eléctricos y obligando a paralizar los vuelos en la zona afectada. Pese a lo espectacular del inusual fenómeno, no se reportaron víctimas ni daños materiales de consideración. El Servicio Nacional de Meteorología lo calificó de "tormenta de polvo muy grande e histórica". Las fotos y los videos (disponibles en www.lagaceta.com.ar) evidencian la intensidad de lo ocurrido. (Especial-AFP)
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