05 Julio 2011
Los problemas que genera la escasez de combustibles en el país impactan en la vida de los automovilistas, pero desde hace unos días resiente un servicio básico, como es el transporte, de pasajeros y de cargas. En el caso de los ómnibus, los sobrecostos que deben afrontar las empresas obligaron a que se reduzcan un 20% las frecuencias de las unidades, mientras que el transporte por camiones debe reducir su actividad, en medio de la temporada de mayor demanda del servicio en Tucumán, a raíz de las zafras azucarera y citrícola.
En nuestra provincia, operan unas 60 empresas de colectivos, 14 de las cuales son urbanas y el resto metropolitanas y rurales. En total, agrupan 1.000 ómnibus que circulan por Tucumán.
El empresario Miguel Villagra, de la Línea 19, contó a LA GACETA que el principal problema es el trato preferencial que reciben las empresas de ómnibus de Capital Federal en detrimento de las del interior. "Antes, adquiríamos el gasoil subsidiado directamente a YPF, pero ahora nos dan el dinero para que lo compremos por nuestra cuenta, pero no sólo no consigamos el combustible a $ 3,70 el litro, sino que lleguemos a pagar $ 1 por litro, hasta $ 4,80", indicó. Hasta el mes pasado, las empresas de colectivos recibían el gasoil y lo pagaban con posterioridad -como sucede en Buenos Aires- pero ahora se les presenta un problema financiero, porque deben contar con los recursos por adelantado. Las empresas de Buenos Aires también reciben un subsidio por mayores costos, que no se paga en el interior.
A causa de este cambio en las reglas de juego, las compañías de transporte de pasajeros decidieron un ajuste, que por ahora se traduce en una reducción de las frecuencias de hasta un 20%, pese a que la medida no representa un ahorro sustancial y significa una caída en los ingresos.
La situación es igual de dramática para las empresas que realizan transporte de cargas por camiones. El gerente de la Asociación de Transportistas de Cargas de Tucumán (ATCT), Juan Carlos Paesani, reveló que en medio de la temporada de mayor demanda del servicio de transporte de cargas por camiones, las empresas tienen serios problemas para conseguir combustible. "Para conseguir gasoil hay que pagarlo caro en la ruta, con la pérdida de tiempo que esto representa. Los márgenes de ganancia casi no existen ya, e incumplimos con los compromisos con nuestros clientes. Entonces, una alternativa es realizar menos viajes, para no perder tanto", graficó. Paesani sostuvo que se realizan gestiones a nivel nacional para resolver el problema. "Tal vez una solución sea que se sincere el precio del combustible, que en países vecinos ronda los $ 6. Así, a las petroleras les convendría producir y vender en la Argentina", apuntó.
En una recorrida que LA GACETA realizó por estaciones se servicio se comprobó que en general se ofrece nafta y diesel premium, los más caros. En una expendedora se vendía diesel común, pero sólo hasta $ 100. En general, se cree que hoy podría mejorar el panorama de combustibles, aunque otros creen que el problema podría agudizarse. Raúl Castellano, directivo de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), dijo la producción de combustibles no crece y es muy costoso importar.
En nuestra provincia, operan unas 60 empresas de colectivos, 14 de las cuales son urbanas y el resto metropolitanas y rurales. En total, agrupan 1.000 ómnibus que circulan por Tucumán.
El empresario Miguel Villagra, de la Línea 19, contó a LA GACETA que el principal problema es el trato preferencial que reciben las empresas de ómnibus de Capital Federal en detrimento de las del interior. "Antes, adquiríamos el gasoil subsidiado directamente a YPF, pero ahora nos dan el dinero para que lo compremos por nuestra cuenta, pero no sólo no consigamos el combustible a $ 3,70 el litro, sino que lleguemos a pagar $ 1 por litro, hasta $ 4,80", indicó. Hasta el mes pasado, las empresas de colectivos recibían el gasoil y lo pagaban con posterioridad -como sucede en Buenos Aires- pero ahora se les presenta un problema financiero, porque deben contar con los recursos por adelantado. Las empresas de Buenos Aires también reciben un subsidio por mayores costos, que no se paga en el interior.
A causa de este cambio en las reglas de juego, las compañías de transporte de pasajeros decidieron un ajuste, que por ahora se traduce en una reducción de las frecuencias de hasta un 20%, pese a que la medida no representa un ahorro sustancial y significa una caída en los ingresos.
La situación es igual de dramática para las empresas que realizan transporte de cargas por camiones. El gerente de la Asociación de Transportistas de Cargas de Tucumán (ATCT), Juan Carlos Paesani, reveló que en medio de la temporada de mayor demanda del servicio de transporte de cargas por camiones, las empresas tienen serios problemas para conseguir combustible. "Para conseguir gasoil hay que pagarlo caro en la ruta, con la pérdida de tiempo que esto representa. Los márgenes de ganancia casi no existen ya, e incumplimos con los compromisos con nuestros clientes. Entonces, una alternativa es realizar menos viajes, para no perder tanto", graficó. Paesani sostuvo que se realizan gestiones a nivel nacional para resolver el problema. "Tal vez una solución sea que se sincere el precio del combustible, que en países vecinos ronda los $ 6. Así, a las petroleras les convendría producir y vender en la Argentina", apuntó.
En una recorrida que LA GACETA realizó por estaciones se servicio se comprobó que en general se ofrece nafta y diesel premium, los más caros. En una expendedora se vendía diesel común, pero sólo hasta $ 100. En general, se cree que hoy podría mejorar el panorama de combustibles, aunque otros creen que el problema podría agudizarse. Raúl Castellano, directivo de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), dijo la producción de combustibles no crece y es muy costoso importar.