Tras la mudanza se quedaron sin clases

Tras la mudanza se quedaron sin clases

Los padres de los alumnos de la escuela de Bellas Artes hicieron una protesta porque el nuevo edificio aún no está terminado. Suspensión.

A DESTAJO. Los obreros trabajan sin pausa en el edificio de Laprida 246. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA A DESTAJO. Los obreros trabajan sin pausa en el edificio de Laprida 246. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
24 Junio 2011
Bronca, indignación e impotencia. Los padres de los alumnos de la vapuleada Escuela de Bellas Artes de la UNT todavía no salen de su asombro. Ayer, los chicos debían iniciar las clases en el nuevo local de la escuela, ubicado en Laprida 246 (ex colegio Herman Hollerith). Pero, cuando llegaron se dieron con un edificio aún plena refacción y sin los servicios básicos, como baños en buen estado o aulas seguras. Ante esta situación, los padres improvisaron una ruidosa protesta que derivó en la suspensión de las clases por tiempo indeterminado.

La directora de la escuela, Cristina Navarro -que ayer no quiso hacer declaraciones-, se reunió ayer al mediodía con las autoridades de la UNT para definir los pasos a seguir y dar una respuesta a los padres. La decisión adoptada se dará a conocer hoy, según adelantó la subsecretaria académica de la UNT, Marta Juárez de Tuza. "Aparentemente se han detectado problemas en la conexión cloacal entre el edificio y la red callejera. En esto está trabajando la SAT, por lo que no se podrá usar el edificio mientras ese problema persista", señaló. Y adelantó que tal vez se decida suspender las clases hasta el final de las vacaciones de invierno. "Es la medida más apropiada, ya que los trabajos demandan un tiempo de obra. Hay que abrir la vereda y excavar también parte del interior. Eso es algo que no depende de la universidad, pero si la SAT no se hace cargo, tendremos que hacerlo nosotros. Lo más importante es preservar la integridad de los alumnos", agregó la funcionaria.

Preocupante

Los trabajos de refacción siguen sin pausa en el edificio de la calle Laprida. Según los padres, aún queda mucho por hacer. "Hay aulas que no están terminadas y otras que ni siquiera tienen el cielorraso. De hecho esta mañana, cuando los chicos llegaron, había un tablón cortando el paso en uno de los pasillos centrales. Y en los baños faltaban algunos de los artefactos", comentó un padre, que prefirió no dar su nombre.

"Así los chicos no pueden cursar. Estamos peor que antes -agregó-. Los alumnos vinieron a la escuela, se organizó un acto de bienvenida y después tuvieron que regresar a sus casas".

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios