Ánimos caldeados en la práctica

SAN JUAN (Diego Jemio, especial para LA GACETA).- El ánimo estuvo caldeado en la práctica que San Martín realizó en tierra sanjuanina. Cerca del mediodía, cuando el plantel estaba entrenando en el estadio Hilario Sánchez, un camarógrafo local comenzó a hacer imágenes de los movimientos de los jugadores "santos". Uno de los colaboradores de Pedro Monzón se acercó y, de buena manera, le dijo que la práctica era a puertas cerradas y que no podía registrar nada. El hombre se fue atrás de uno de los arcos y siguió grabando. Entonces llegó la segunda advertencia, de forma más vehemente.

A los pocos minutos, cuando todos pensaban que el camarógrafo se había retirado, alguien lo vio filmando, escondido atrás de una de las cabinas de transmisión destinadas a la radio y a la televisión. Hubo discusiones fuertes y casi se van a las manos. "Cuando cualquier equipo de San Juan va a Tucumán, cedemos nuestras instalaciones y los dejamos trabajar tranquilos", dijo uno de los ayudantes del técnico. Tuvieron que intervenir los empleados de San Martín de San Juan para que la situación no pase a mayores.

Desde el campo de juego, Monzón advirtió la situación y puso paños fríos. "Eh, muchachos, tranquilos, que no pasa nada...", señaló el entrenador. Luego de la discusión, LA GACETA también fue invitada a abandonar el entrenamiento hasta su finalización. Después, el director técnico y algunos jugadores prestaron declaración sin problemas. Otros prefirieron el silencio.

El dato curioso es que la práctica fue, en teoría, a puertas cerradas; sin embargo, el acceso al predio era libre y sin ningún tipo de control ni restricción para el ingreso. Con o sin espías, ya no hay tiempo para entrenar ni para enojos. En la cancha, serán 11 contra 11. Y sólo hay lugar para uno de los dos en la "B" Nacional.