14 Junio 2011
SI, QUIERO... FAMA. Fariña se casó con Jelinek y comenzó a estar en boca de todos. FOTO TOMADA DE TELESHOW.COM/VERONICA GUERMAN
BUENOS AIRES.- Ahora usa lentes oscuros, maneja una Ferrari y acapara los flashes junto a su flamante esposa, Karina Jelinek, a quien le dio el "sí" el pasado 27 de abril. No obstante, su vida no siempre fue así. Hasta no hace mucho tiempo, Leonardo Fariña era un chico más de barrio que recorría las calles platenses y jugaba al fútbol en un club de la zona. Poco sabían de él en la cuadra hasta que salió en las tapas de las revistas como el enigmático millonario investigado por la AFIP.
Fariña, que afirmó que gana $ 6.000 al mes, comenzó a darse algunos lujos antes de casarse con la modelo. Dejó de viajar en su Peugeot 206 y comenzó a alquilar aviones privados. Compró dos Ferrari, se mudó a un piso en barrio Parque (uno de los más exclusivos), regaló joyas de Tiffany y festejó su casamiento en el Tattersall, un lugar de lujo, informó el diario "La Nación".
"Desde fines del año pasado que empezó a llegar con autos importados. Todas las semanas con uno distinto", cuenta un vecino de los padres del millonario. Un compañero de la secundaria se mostró sorprendido por su gran presente económico. "No puedo creer que tenga dos Ferrari. Me acuerdo cuando lo veía en la parada esperando para tomar el colectivo cerca del colegio", reveló.
El marido de Jelinek, que creció en una casa sencilla de tejas, ladrillos a la vista y rejas negras, es recordado en el barrio como un chico de bajo perfil. "Siempre fue un pibe muy educado, siempre saludaba. Lo conocemos muy bien. La familia vive acá hace más de 50 años", apuntó otro vecino.
"El barrio se revolucionó con este pibe. Todos hablan de él, pero nadie lo reconoce porque hace mucho tiempo que no aparece por acá", comentan en el club El Fortín del Sur, donde Fariña jugaba al fútbol durante su adolescencia. En el Colegio Nacional, donde cursó el secundario, nunca se destacó por su personalidad. "Pasaba desapercibido. Era normal, uno más, ni siquiera estaba entre los más populares. Tenía una personalidad más bien retraída", insistió el ex compañero.
El joven recordó que Fariña no viajó a Bariloche con el resto del curso. Además remarcó que cambió: "cuando me dijeron quién era y lo vi en televisión, ¡y con Jelinek!, me sorprendí. Me costó reconocerlo porque antes tenía el pelo corto y nunca estaba tan bronceado ni lookeado como ahora". El barrio platense se debate entre la incertidumbre y la admiración a Leonardo, el vecino que se casó con Jelinek y se convirtió en millonario. (Especial)
Fariña, que afirmó que gana $ 6.000 al mes, comenzó a darse algunos lujos antes de casarse con la modelo. Dejó de viajar en su Peugeot 206 y comenzó a alquilar aviones privados. Compró dos Ferrari, se mudó a un piso en barrio Parque (uno de los más exclusivos), regaló joyas de Tiffany y festejó su casamiento en el Tattersall, un lugar de lujo, informó el diario "La Nación".
"Desde fines del año pasado que empezó a llegar con autos importados. Todas las semanas con uno distinto", cuenta un vecino de los padres del millonario. Un compañero de la secundaria se mostró sorprendido por su gran presente económico. "No puedo creer que tenga dos Ferrari. Me acuerdo cuando lo veía en la parada esperando para tomar el colectivo cerca del colegio", reveló.
El marido de Jelinek, que creció en una casa sencilla de tejas, ladrillos a la vista y rejas negras, es recordado en el barrio como un chico de bajo perfil. "Siempre fue un pibe muy educado, siempre saludaba. Lo conocemos muy bien. La familia vive acá hace más de 50 años", apuntó otro vecino.
"El barrio se revolucionó con este pibe. Todos hablan de él, pero nadie lo reconoce porque hace mucho tiempo que no aparece por acá", comentan en el club El Fortín del Sur, donde Fariña jugaba al fútbol durante su adolescencia. En el Colegio Nacional, donde cursó el secundario, nunca se destacó por su personalidad. "Pasaba desapercibido. Era normal, uno más, ni siquiera estaba entre los más populares. Tenía una personalidad más bien retraída", insistió el ex compañero.
El joven recordó que Fariña no viajó a Bariloche con el resto del curso. Además remarcó que cambió: "cuando me dijeron quién era y lo vi en televisión, ¡y con Jelinek!, me sorprendí. Me costó reconocerlo porque antes tenía el pelo corto y nunca estaba tan bronceado ni lookeado como ahora". El barrio platense se debate entre la incertidumbre y la admiración a Leonardo, el vecino que se casó con Jelinek y se convirtió en millonario. (Especial)