05 Junio 2011
VIGENTE. A 26 años de la muerte de Hugo Foguet, su obra es rescatada. LA GACETA / ARCHIVO
La flamante edición de la Obra poética de Hugo Foguet (1923- 1985)"es el resultado de un deseo colectivo", afirma Guillermo Siles, vocero "accidental" del grupo de allegados al escritor al que se le adjudica la fundación literaria del Tucumán de mediados del siglo XX, con su novela Pretérito perfecto. Narrador, poeta, navegante, (en el sentido literal del término, porque fue marino), Foguet publicó dos libros de cuentos (Hay una isla para usted y Advenimiento de la bomba) y dos novelas (Pretérito perfecto y Frente al mar del Timor), además de una producción poética que se ha publicado en parte en LA GACETA literaria.
A esa producción se suma ahora la Obra poética, que editó y prologó Siles, mediante un acuerdo entre los herederos de Foguet, Ediciones del Dock y la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Mañana, a las 20.30, en la sede del Archivo Histórico de la Provincia, Siles y María Eugenia Bestani presentarán este volumen que devuelve los periplos lejanos -el Sur, el Oriente- del "poeta navegante".
- En esta edición de la Obra poética hay una confluencia entre Ediciones del Dock, la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT y la familia de Foguet.
- Sí, sobre todo Fernando Foguet, uno de los hijos de Hugo, y el poeta Javier Foguet, Ines Aráoz, Isabel Aráoz, Arturo Alvarez Sosa, con quien he conversado sobre esta obra, Javier me acercó textos, algunos de los cuales no fueron publicados, sobrino de Hugo, además de Santiago Sylvester, que dirige la colección Pez Náufrago, de Ediciones del Dock.
- ¿Por qué han decidido editar la Obra poética de Foguet?
En primer lugar, ha sido una idea de Santiago Sylvester. En realidad, los poetas de Tucumán sentían esta necesidad; por un lado, porque la obra de Foguet no ha vuelto a reeditarse, por infinidad de cuestiones. Además, porque Foguet se consagró principalmente como narrador, como "el" novelista de Tucumán, o como uno de los novelistas más importantes de Tucumán del siglo XX en la década de 1980. Pero los poemas narrativos de su obra son sumamente interesantes.
- ¿Qué es lo más destacable en la obra de Foguet?
- Hay dos factores, muy innovadores para el tipo de literatura que se practica en Tucumán, y en la región Noroeste. Uno es que Foguet fue un viajero infatigable, lo que le da una amplitud de miras. Está el planteo de cómo alguien de una provincia mediterránea es un navegante, y que va a introducir la mirada sobre oriente -lo que los teóricos llaman orientalismo, enfocando el lejano Oriente, Japón, China- eso ya estaba en la poesía de Juan L. Ortiz, pero después ya empieza a ser más sistemático en otros poetas de la década del 80. En eso, Foguet es un precursor, un innovador; esa tendencia va a ser recuperada después por poetas patagónicos, tanto argentinos como chilenos. Lo que siempre se tiene en cuenta en la obra de Foguet es Pretérito Perfecto, la gran novela sobre la historia del Tucumán de fines del siglo XIX hasta más de mediados del siglo XX, con el Tucumanazo, por decirlo así. Como la obra poética no es demasiado amplia, abarcó los últimos diez años de la vida de Foguet. Pero nunca estuvo ausente esa idea del lenguaje, porque Pretérito perfecto tampoco trabaja sobre las vicisitudes de un héroe, sino que tiene que ver con la aventura del lenguaje. Todo el tiempo, en la novela, Foguet se plantea cuestiones alrededor del lenguaje, como, por ejemplo, qué es ser un escritor tucumano.
- ¿Qué se responde ?
- Creo que esa mirada diferente, ese modo diferente de enfocar la literatura nuestra, llámese tucumana o argentina, está en esos poemas que tienen la mirada sobre Oriente, pero también están las representaciones del Sur que tiene su poesía, y que refleja su condición de navegante. El retoma la veta de los viajeros ingleses, desde Darwin, Chapman, que es en realidad una mirada colonizadora, la mirada que se tiene del Sur desde el Norte.
- ¿Y él descoloniza?
- Es ambivalente, diría yo. Lo interesante en Foguet es que es un ecologista avant la lettre, él tiene una mirada desencantada del mundo, se lamenta de cómo podan los tarcos y las tipas en la avenida, y escribe sobre eso. Y sus relatos sobre el Sur, sobre Fuegia basket, están incluidos en sus poemas. Y eso va a ser retomado luego por autores patagónicos, tanto chilenos como argentinos, de darles voz a los habitantes de esas tierras, que en los escritos de los naturalistas viajeros como Darwin parecen no tener voz. La idea de la descripción del sur como un espacio vacío, y donde sus habitantes no poseen voz.
- ¿Porqué el rescate de la obra de Foguet, a nivel local?
- Mi deseo es que se pudieran reeditar Pretérito perfecto, Frente al mar del Timor, los cuentos, que son muy interesantes. Es un autor que está situado como fuera de los cánones de la literatura argentina, y hay que revalorizarlo. Como se ha hecho ahora con Antonio Di Benedetto. Cuando empiezan los 60, los escritores de las provincias estaban muy en contacto. Pero esas redes se interrumpen con la dictadura, y ahora se están restituyendo esos lazos.
-¿Qué le ha dado el mar a la escritura de Foguet?
- Amplitud de mira, y un tono desafiante, por eso es que en el prólogo yo hablo de "Hugo Foguet, desafío a las tradiciones", porque él logra ir más allá de las oposiciones maniqueas entre narrativa y poesía; porque, en su caso, el lenguaje, la palabra, es el protagonista. El va más a allá de la idea localista de que un tucumano sólo pueda escribir sobre Tucumán.
A esa producción se suma ahora la Obra poética, que editó y prologó Siles, mediante un acuerdo entre los herederos de Foguet, Ediciones del Dock y la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Mañana, a las 20.30, en la sede del Archivo Histórico de la Provincia, Siles y María Eugenia Bestani presentarán este volumen que devuelve los periplos lejanos -el Sur, el Oriente- del "poeta navegante".
- En esta edición de la Obra poética hay una confluencia entre Ediciones del Dock, la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT y la familia de Foguet.
- Sí, sobre todo Fernando Foguet, uno de los hijos de Hugo, y el poeta Javier Foguet, Ines Aráoz, Isabel Aráoz, Arturo Alvarez Sosa, con quien he conversado sobre esta obra, Javier me acercó textos, algunos de los cuales no fueron publicados, sobrino de Hugo, además de Santiago Sylvester, que dirige la colección Pez Náufrago, de Ediciones del Dock.
- ¿Por qué han decidido editar la Obra poética de Foguet?
En primer lugar, ha sido una idea de Santiago Sylvester. En realidad, los poetas de Tucumán sentían esta necesidad; por un lado, porque la obra de Foguet no ha vuelto a reeditarse, por infinidad de cuestiones. Además, porque Foguet se consagró principalmente como narrador, como "el" novelista de Tucumán, o como uno de los novelistas más importantes de Tucumán del siglo XX en la década de 1980. Pero los poemas narrativos de su obra son sumamente interesantes.
- ¿Qué es lo más destacable en la obra de Foguet?
- Hay dos factores, muy innovadores para el tipo de literatura que se practica en Tucumán, y en la región Noroeste. Uno es que Foguet fue un viajero infatigable, lo que le da una amplitud de miras. Está el planteo de cómo alguien de una provincia mediterránea es un navegante, y que va a introducir la mirada sobre oriente -lo que los teóricos llaman orientalismo, enfocando el lejano Oriente, Japón, China- eso ya estaba en la poesía de Juan L. Ortiz, pero después ya empieza a ser más sistemático en otros poetas de la década del 80. En eso, Foguet es un precursor, un innovador; esa tendencia va a ser recuperada después por poetas patagónicos, tanto argentinos como chilenos. Lo que siempre se tiene en cuenta en la obra de Foguet es Pretérito Perfecto, la gran novela sobre la historia del Tucumán de fines del siglo XIX hasta más de mediados del siglo XX, con el Tucumanazo, por decirlo así. Como la obra poética no es demasiado amplia, abarcó los últimos diez años de la vida de Foguet. Pero nunca estuvo ausente esa idea del lenguaje, porque Pretérito perfecto tampoco trabaja sobre las vicisitudes de un héroe, sino que tiene que ver con la aventura del lenguaje. Todo el tiempo, en la novela, Foguet se plantea cuestiones alrededor del lenguaje, como, por ejemplo, qué es ser un escritor tucumano.
- ¿Qué se responde ?
- Creo que esa mirada diferente, ese modo diferente de enfocar la literatura nuestra, llámese tucumana o argentina, está en esos poemas que tienen la mirada sobre Oriente, pero también están las representaciones del Sur que tiene su poesía, y que refleja su condición de navegante. El retoma la veta de los viajeros ingleses, desde Darwin, Chapman, que es en realidad una mirada colonizadora, la mirada que se tiene del Sur desde el Norte.
- ¿Y él descoloniza?
- Es ambivalente, diría yo. Lo interesante en Foguet es que es un ecologista avant la lettre, él tiene una mirada desencantada del mundo, se lamenta de cómo podan los tarcos y las tipas en la avenida, y escribe sobre eso. Y sus relatos sobre el Sur, sobre Fuegia basket, están incluidos en sus poemas. Y eso va a ser retomado luego por autores patagónicos, tanto chilenos como argentinos, de darles voz a los habitantes de esas tierras, que en los escritos de los naturalistas viajeros como Darwin parecen no tener voz. La idea de la descripción del sur como un espacio vacío, y donde sus habitantes no poseen voz.
- ¿Porqué el rescate de la obra de Foguet, a nivel local?
- Mi deseo es que se pudieran reeditar Pretérito perfecto, Frente al mar del Timor, los cuentos, que son muy interesantes. Es un autor que está situado como fuera de los cánones de la literatura argentina, y hay que revalorizarlo. Como se ha hecho ahora con Antonio Di Benedetto. Cuando empiezan los 60, los escritores de las provincias estaban muy en contacto. Pero esas redes se interrumpen con la dictadura, y ahora se están restituyendo esos lazos.
-¿Qué le ha dado el mar a la escritura de Foguet?
- Amplitud de mira, y un tono desafiante, por eso es que en el prólogo yo hablo de "Hugo Foguet, desafío a las tradiciones", porque él logra ir más allá de las oposiciones maniqueas entre narrativa y poesía; porque, en su caso, el lenguaje, la palabra, es el protagonista. El va más a allá de la idea localista de que un tucumano sólo pueda escribir sobre Tucumán.