La zamba "Viene clareando"

La zamba "Viene clareando"

Rafael Oliva defendía la denominación y el autor.

RAFAEL OLIVA. En primer plano, en una fotografía de los años 1930. LA GACETA / ARCHIVO RAFAEL OLIVA. En primer plano, en una fotografía de los años 1930. LA GACETA / ARCHIVO
Don Rafael Oliva fue una figura característica de Tucumán durante el siglo que pasó. Martillero de profesión, actuó en política y cultivó la veta tradicionalista en logrados cuentos y semblanzas. El 12 de noviembre de 1944 publicó un artículo en LA GACETA, para esclarecer los orígenes de la zamba "Viene clareando". Creemos de interés rescatarlo. Ya se sabe que este tema de las autorías ha dado lugar -como fue el caso de "La López Pereyra"- a feroces polémicas.

Sostenía Oliva que en 1922 organizó una "fiesta pro aviación" en el Teatro Alberdi. Allí, don Segundo Aredes interpretó en el arpa, entre otras, su zamba "Viene clareando". Decía Oliva que tal era "el nombre que yo le puse", ya que Aredes se la había dedicado. Le indignaba que "esa joya musical, que se escuchó hace 45 años en nuestros viejos solares", y que era "preferida por los que gustaban bailar la zamba", haya sido rebautizada y apropiada en Buenos Aires. "Ahora se llama ?Caña dulce?, figurando como autor José María Parreño, violinista que anduvo algún tiempo por acá", y estaba registrada como suya. "Trataré de anular la usurpación", prometía Oliva.

"Viene clareando", agregaba, fue adoptada por la Sociedad Folklórica "General La Madrid" como himno: "se la anuncia siempre como zamba de Segundo Aredes y se la toca como apertura de sus fiestas". Para Oliva, era Tucumán "la dueña casi exclusiva de la resonante difusión y profunda admiración suscitada por nuestra música popular: como que podría decirse que el 90 por ciento de sus melodías maravillosas oídas en discos, radios y orquestas criollas, son del norte, y tucumanos la mayoría de sus autores".

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