19 Mayo 2011
DISTINCIÓN. En la intendencia, Amaya le obsequió un poncho tucumano. LA GACETA
Un par de horas antes de recibir de manos del intendente de la capital, Domingo Amaya, una distinción, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se despachó sin vueltas contra el gobernador, José Alperovich. Fiel a su estilo recio, no dejó lugar para interpretaciones difusas: "Alperovich no es kirchnerista", disparó, en diálogo con LA GACETA. Incluso, instó a los tucumanos a no votarlo en los comicios de agosto.
A partir de sus críticas, sintió el frío alperovichista durante su paso por esta provincia: no hubo representantes oficiales en un almuerzo ni tampoco en la visita a los talleres ferroviarios de Tafí Viejo.
Bonafini lanzó esa definición luego de una consulta sobre las críticas de la que es objeto el gobernador, por parte de organismos de derechos humanos, referidas a su cercanía con ex funcionarios del Gobierno de Antonio Bussi. A fines de febrero, el diputado Gerónimo Vargas Aignasse había cuestionado la incorporación de ex bussistas en un acople. Se refería al edil Javier Morof y al director de Arquitectura y Urbanismo, Miguel Brito, incluidos en el Frente Provincial del legislador Armando Cortalezzi.
A criterio de Bonafini, que el gobernador Alperovich se defina como aliado al proyecto de la presidenta, Cristina Fernández, no es otra cosa que una táctica. "No es verdad (que sea kirchnerista); es acomodaticio. Hay gobernadores muy dudosos; y este, de Tucumán, es un gobernador dudoso", afirmó. Trascartón, pidió a la gente que no apoye a Alperovich en los comicios de agosto: "lo más importante es que el pueblo tucumano no lo vote, porque él está porque lo votaron los tucumanos. Si el pueblo lo trajo, es el quien lo tiene que echar".
El distanciamiento oficialista a partir de las declaraciones que Bonafini formuló a LA GACETA se tornó indisimulable. Durante la tarde, en Tafí Viejo, el acto para declararla madrina de los talleres se concretó, aunque sin el acompañamiento institucional del intendente Javier Pucharras. Furiosa, Bonafini volvió a cuestionar allí a Alperovich, y lo tildó de cobarde.
El intendente Amaya, único oficialista que recibió a Bonafini, aclaró que durante la ceremonia en la que se la destacó como visitante ilustre de la capital no se habló de política. Si bien reafirmó su respeto por la tarea que desarrolla Madres de Plaza de Mayo, se distanció de las definiciones políticas de su presidenta.
A partir de sus críticas, sintió el frío alperovichista durante su paso por esta provincia: no hubo representantes oficiales en un almuerzo ni tampoco en la visita a los talleres ferroviarios de Tafí Viejo.
Bonafini lanzó esa definición luego de una consulta sobre las críticas de la que es objeto el gobernador, por parte de organismos de derechos humanos, referidas a su cercanía con ex funcionarios del Gobierno de Antonio Bussi. A fines de febrero, el diputado Gerónimo Vargas Aignasse había cuestionado la incorporación de ex bussistas en un acople. Se refería al edil Javier Morof y al director de Arquitectura y Urbanismo, Miguel Brito, incluidos en el Frente Provincial del legislador Armando Cortalezzi.
A criterio de Bonafini, que el gobernador Alperovich se defina como aliado al proyecto de la presidenta, Cristina Fernández, no es otra cosa que una táctica. "No es verdad (que sea kirchnerista); es acomodaticio. Hay gobernadores muy dudosos; y este, de Tucumán, es un gobernador dudoso", afirmó. Trascartón, pidió a la gente que no apoye a Alperovich en los comicios de agosto: "lo más importante es que el pueblo tucumano no lo vote, porque él está porque lo votaron los tucumanos. Si el pueblo lo trajo, es el quien lo tiene que echar".
El distanciamiento oficialista a partir de las declaraciones que Bonafini formuló a LA GACETA se tornó indisimulable. Durante la tarde, en Tafí Viejo, el acto para declararla madrina de los talleres se concretó, aunque sin el acompañamiento institucional del intendente Javier Pucharras. Furiosa, Bonafini volvió a cuestionar allí a Alperovich, y lo tildó de cobarde.
El intendente Amaya, único oficialista que recibió a Bonafini, aclaró que durante la ceremonia en la que se la destacó como visitante ilustre de la capital no se habló de política. Si bien reafirmó su respeto por la tarea que desarrolla Madres de Plaza de Mayo, se distanció de las definiciones políticas de su presidenta.