17 Mayo 2011
INTENTO DE VIOLACIÓN. Arriba, la escritora Tristane Banon, quien también demandaría al director del FMI; al lado, el acusado esperando en la Corte. AFP Y REUTERS
NUEVA YORK, Estados Unidos.- Acostumbrado a lujosas suites y a las comodidades más variadas, Dominique Strauss-Kahn deberá habituarse ahora a un nuevo entorno: la cárcel de Rikers Island, en Nueva York. Allí pasó su primera noche, luego de que la jueza negara la libertad bajo fianza de un millón de dólares que propusieron sus abogados.
El director del FMI, reprodujo el diario español "El Mundo", durmió en una cama individual y no tendrá contacto con el resto de los presos. "Eso no quiere decir que esté siempre en su celda, sino que cuando salga de ella estará acompañado siempre por un tutor", explicó un vocero del Servicio de Prisiones de esa ciudad. Rikers Island es un gran complejo de cárceles, famoso por haber sido escenario de películas y series de televisión.
Por otra parte, la jueza Melissa Jackson espera que le sean presentadas las pruebas contundentes contra el político francés, como el test de ADN -que informará si el acusado tenía rasguños o restos de su supuesta víctima en las uñas- y un video de la seguridad del hotel en el que puede verse al jefe del FMI saliendo a toda prisa.
La Policía encontró además sangre en las sábanas de la cama de la suite de lujo donde, según la acusación, Strauss-Kahn perpetró el intento de violación contra la empleada. El pliego de cargos alega que la forzó a "sexo oral y anal". Ahora pasará en el centro de detención los próximos días, aparentemente hasta su comparecencia, el 20 de mayo. (Especial)